La señalización del mes de septiembre para la celebración de las Fallas 2021, con unas perspectivas de materialización mucho más consistentes que en los anteriores aplazamientos, supone un alivio para los sectores económicos ligados a la fiesta. Pero no por ello se toma como una solución absoluta ni es una garantía de que todo vaya bien. Pero es un escenario bastante mejor que el de tiempo atrás.

El elemento principal es la falla. Y aunque los artistas falleros de València sí que tenían garantizada una continuidad económica de dos años, quedan muchos flecos pendientes. Por una parte, el de las fallas que no están contratadas: las de las poblaciones que optaron por esperar y que, a día de hoy, sólo tienen un monumento.

Pero también quedan pendientes flecos que, según el maestro mayor, Paco Pellicer, hay que hablar. «Hablar y dejar bien claro documentalmente». Y tiene relación con el estado en el que puedan encontrarse las obras efímeras. «Si al ir a encajar una falla nos inspira dudas, ¿donde empieza y donde acaba la responsabilidad de artista y de comisión?. Por ejemplo». Hay supuesto de todo tipo: «si se hace concurso de fallas y para mantenerla arriba hay que apuntalarla, ¿se tendrá en cuenta?». El estado de conservación de las fallas no es una especulación. «Que no van a estar igual en su estructura interna es algo que puede pasar. La madera se revira, se reseca... y no siempre va a encajar fácilmente».

Independientemente, sí que considera Pellicer la decisión como «importante. Lo que era necesario es plantar y moverse. Pero a partir de ahora hay mucho trabajo por delante». En el sentido de «tener claro que vamos a disponer de todos los servicios. ¿Tendremos camiones, góndolas y grúas en el mes de agosto? ¿Y a qué precio? Y si la plantà se complica, ¿cuánto costarán esas horas?».

Es por todo ello que el representante de los artistas cree que «ahora empieza mucho trabajo previo».

Por lo que respecta a la pirotecnia, aún queda pendiente qué pasará con los disparos. Los contratos municipales se distribuirán por zonas, tal como sucedió en el 9 d’Octubre. Pero queda por tener claro hasta donde podrán contratar las comisiones para disparar en sus demarcaciones, aunque se antoja que será factible en función al control de los aforos. Para la pirotecnia, las fallas llegarán en su temporada teóricamente alta, pero todavía pendiente de resolución.

Ganas de indumentaria

«A estas alturas ya nos daba igual. ¿Septiembre? Es un buen mes. Incluso mejor que julio. Hay más tiempo para todo el trabajo que, confiamos, se nos viene encima». Así se expresaba Irene Sancho, presidenta de la asociación Asciva, de comercios de indumentaria tradicional. Para ellos también la noticia debe suponer reiniciar un trabajo absolutamente paralizado. «No tendremos vacaciones, pero no sólo no me importa, sino que estoy encantada. Creo que todos queríamos esto: trabajar». Aunque intuye que, de momento, el trabajo serán arreglos y composturas, que también son trabajo y dinero. «Siendo en septiembre tenemos tiempo porque creo que va a haber mucha necesidad de ensanchar, estrechar... y por qué no algún traje nuevo». En los últimos días había expectativa, pero faltaba tener algo más que un convencimiento. «En estos días estaban cambiando las cosas, pero faltaba este último empuje. Entraban por la puerta y decían: «no me voy a tocar nada porque no sé cuando será». Pero ahora el escenario ya es otro».