Clamor por el "Si". A lo largo de las últimas horas, realmente desde que Sanidad dio el visto bueno a la celebración de las Fallas a partir del 1 de septiembre, comisiones de falla, falleros de a pie y artistas falleros se han lanzado a una campaña de apoyo a que, esta tarde, los presidentes apoyen mayoritariamente el calendario propuesto por la Junta Central Fallera.

Y es que, de esta manera, se quiere vencer cualquier foco de resistencia, haciéndose eco de posibles intenciones de voto en sentido negativo, aunque mucha de la animadversión también procede de las redes sociales.

Se ha intentado tocar toda la fibra sensible posible, más allá del escrito de razones enviado por el máximo organismo fallero. Y entre ellos, el fundamental: quien se dice fallero es porque quiere ver las fallas en la calle. Y porque cualquier otra opción hace inviable plantar lo que lleva año y medio esperando y por las consecuencias económicas y sociales que se deriven.

No se contempla el escenario de victoria del "No", pero el proselitismo a favor del "Sí" se ha convertido en un canto a la propia existencia de la fiesta. Avalado, además, por el hecho de que su celebración cuenta con el visto bueno de Sanidad.