El alcalde de València, Joan Ribó, está presente en la asamblea de presidentes en la que los representantes de las comisiones deben decidir la celebración de la fiesta de forma excepcional entre el 1 y el 5 de septiembre.

Se trata de una visita no menos excepcional en la historia fallera de la democracia. Los alcaldes se han dado cita en contadísimas ocasiones en este tipo de reunión, más allá de la presencia en la extraordinaria anual en la que se leen los nombres de las falleras mayores de València.

Las especiales circunstancias que rodean a la reunión y la trascendencia de la misma han llevado a Ribó a encabezar la mesa y respaldar el acuerdo conseguido por la comisión negociadora.

En la reunión se va a volver a incidir en la importancia de votar a favor. Habrá un turno de palabra y la posterior votación.

La asamblea empieza con bastante retraso por la cola formada ante la más que notable asistencia a la reunión y las medidas sanitarias impuestas.