Si no hay contraindicaciones o cambio de última hora, las Atarazanas es el espacio elegido para albergar, desde el mes de julio, la Exposición del Ninot, la versión 2021 de la muestra de «ninots». La Ciudad de las Artes y las Ciencias está descartada por razones obvias: sus instalaciones son el principal «vacunódromo» de la ciudad y así va a continuar durante los próximos meses.
No sobran en la ciudad los lugares cubiertos que puedan albergar tanto las más de 700 obras efímeras como las rutas para poder tener un aforo controlado. El recinto portuario, que ya ha albergado diferentes actos del programa oficial y de colectivos falleros, mantendría durante dos meses abierta la exposición, lo que incluiría un mes de agosto en el que quedará como reclamo turístico.
Las restricciones que rijan por entonces determinarán el régimen no ya de aforo, sino de visitas organizadas, así como la fórmula para recoger las figuras. Queda, en ese sentido, tanto por hacer que ni siquiera se ha confirmado ni decidido si participar en la muestra será, en esta ocasión, obligatorio o voluntario. En el peor de los escenarios, están las figuras del año pasado, aunque las hay que presentarán nuevas para el indulto.
Por lo que respecta a la Ofrenda, se sigue trabajando para preparar un desfile con los nuevos condicionantes: las obras en la Plaza de la Reina y las altas temperaturas. No hay nada descartado, incluyendo nuevos pasos por calles como Caballeros y Avellanas (ésta, a imagen de la procesión de la Virgen) y acortamientos del recorrido. No se contempla sólo celebrar el acto en dos tardes-noches, sino aprovechar matinales y hasta el día 19.
