La comisión de Arrancapins es, desde hace ya más de una generación, el alter ego del concepto tradicional de la fiesta. No creen en la Junta Central Fallera (presentan los censos y uno de los falleros hace de presidente casi tapándose la nariz: porque es requisito necesario para poder plantar), no creen en las falleras mayores, sus fallas son de elaboración propia con fuerte crítica política y social y nunca van a concurso, no van a la Ofrenda ni a la entrega de premios, no pertenecen a ninguna agrupación, hace décadas que no asisten a una asamblea de presidentes, su programa de actividades marca diferencias respecto al convencional y no ocultan su afinidad con los postulados de izquierdas y republicanos. Son los antisistema de la ortodoxia. Aunque también tienen tics tradicionales: suelen tardar bastante en retirar los adornos luminosos y los gallardetes cuando finaliza la fiesta.

Ahora han mostrado su oposición a la celebración de la versión "de mínimos" de las Fallas 2021 en septiembre. Pero no sólo han criticado el formato, sino que han cargado especialmente contra el concejal Carlos Galiana al que, nada más empezar un durísimo comunicado, empiezan diciendo de él que "no tiene ni idea".

"Plantà, Ofrenda y Cremà. Eso es lo que piensa que son las Fallas el señor Galiana. Le falta la churrería" y le acusa de haber obtenido el respaldo casi unánime de la asamblea no ya por la voluntad de éstos, sino "amenazando sin rubor con un documento-chantaje que haría empalidecer al mismo Vito Corleone".

La crítica al formato se basa en la idea del "plantar como sea" lesionando, aseguran, los conceptos de la fiesta como Patrimonio de la Humanidad. "Plantar a trozos, amontonadas o en fila. Es igual. Eso sí, ofrenda, los cinco días. Y al final la cremà, que obviamente no hay que dejar rastro". Por contra, sostienen que las Fallas son más: "un cadafal de mil propuestas estética, es música, reencontrar amigos y amigas, abrir las puertas a los vecinos, integración, indumentaria, pólvora, costumbres, historia y bienvenida a la primavera, fiesta pagana perdida perdida en el tiempo que debería haber continuado sin artefactos de ninguna confesión religiosa".

"Todo esto se reduce para el señor Galiana y amigos en plantà, ofrendas y cremà".

"La falta de respeto a la fiesta y sus actores es tan colosal que lo mejor que podría hacer usted es dejarla en paz ya que es incapaz de respetarla ni de mejorarla" y, sin decirlo, culpabilizan también al alcalde Joan Ribó: "no es usted el responsable. Usted llegó de rebote al cargo, pero quien lo puso ahí tiene también una buena parte de responsabilidad en la situación al ponerlo y mantenerlo".

"No confiamos que a corto término al menos, la izquierda que manda en el ayuntamiento tenga algún propósito serio de hacer que alguna cosa cambie ni en el fondo ni en la forma, pero alguna vez se deberá de ocupar" y apela a que la decisión la hubiesen tomado los falleros de base.

Crítica a toda la izquierda

En el comunicado no dejan títere con cabeza en materia de políticas de izquierda. "¿Qué piensa el movimiento feminista de las falleras mayores? ¿Qué piensa Compromís? Ya sabemos que el PSOE está encantado: paseando su blusón y su pañuelo ya están satisfechos y Unidas podemos no sabrían ni cuando son las Fallas si no fuera porque ven en el calendario que el 19 de marzo es fiesta"

Galiana, durante la asamblea JCF

Y la contestación de Galiana

Y Carlos Galiana se dio por aludido "en estos tiempos de comunicados" con la crítica. Cogió el guante. Si no dijo el nombre de la comisión, tampoco le hizo demasiada falta para quien estuviera al cabo de la calle.

Y echó mano, ante el auditorio, de un discurso pintiparado. Verdadero rocío de plata porque era elevar a categoría de sentencia justamente lo contrario que decía la comisión némesis y lo que suele proclamar la fiesta de sí misma: "Afortunadamente, tenemos una fiesta democrática, donde los miembros de una comisión eligen a sus representantes para ejercer la presidencia. Sois los representantes de vuestros falleros y vuestras falleras. De la misma manera sois vosotros los que elegís a los vocales de cada sector, que son los que después ayudan al funcionamiento de la casa grande. También sois vosotros los que elegís, gracias a la confianza depositada por vuestros falleros y vuestras falleras a los presidentes y presidentas de las diferentes agrupaciones o federaciones. Por lo tanto, y lo vuelvo a repetir, afortunadamente la democracia está perfectamente representada en esta asamblea"

Aun quedaba más, antes de que, minutos después, algunos de los presidentes le alabaran la alocución: "Eso conlleva (la democracia) una responsabilidad. En estos días de muchos debates, muchas opiniones y muchos comunicados, en esta asamblea reside la voluntad del mundo fallero. Y aquí no hay ni buenos ni malos, mi decisiones perfectas ni decisiones desacertadas. Esto, como dijo el alcalde el otro día, no va de ganadores y perdedores. Esto no es una batalla entre nosotros por ver quien tiene la razón. Esto es la expresión libre de las diferentes opiniones con un objetivo común: las Fallas"