El mundo de las Fallas ha perdido, a dos meses de su regreso, a uno de sus falleros históricos. Juan Hernando Santafé. Uno de esos falleros que, sin tener un cargo relevante en las alturas de la fiesta, es un personaje referencial en la fiesta. Y así lo fue durante varias décadas, desde que, en el año 1979, y tras plantar con sus hijos algunas fallas caseras en el barrio, acabaría siendo el presidente fundador de una nueva comisión en un barrio que iba construyéndose frente al hospital Peset: General Barroso, ahora Jerónima Galés-Litógrafo Pascual y Abad, que presidió durante 16 ejercicios en tres etapas.

También durante su presidencia, y con un primer concierto el 11 de marzo de 1995 ante los falleros de honor, la comisión se sumó a la contadísima cantidad de fallas que organizan su propia banda de música, actualmente consolidada plenamente, y por la que apostó plenamente. Precisamente, la muestra conmemorativa del 25 aniversario de la banda fue uno de los últimos actos que vivieron las fallas antes de la interrupción por la pandemia. Y hace apenas unos días había tenido lugar la audición de los nuevos educandos.

Fallero de primera línea, sin estridencias ni polémicas, su presencia en foros de opinión era escuchada y respetada. Fue jurado de la fallera mayor de València de 1995, Raquel Giner, y 1996, Elena Muñoz; y su nieta Isabel Hernando, conocida en los ambientes del Teatre Faller, hizo doblete: corte infantil en 1999 y corte mayor en 2010.

Fallero de casal. Como que el campeonto de dominó organizado por la comisión y que lleva su nombre.

La siguiente generación acabó dando el gran salto cualitativo de la comisión, con las presidencias de José Valle y de su hijo, Juan Hernando Serra, pasando de niveles medios a las categorías de élite. Desde 2010 y hasta la actualidad, bajo la presidencia de Jesús Hernández Pla, pertenece al grupo consolidado de Primera A. Ahora, la comisión le recuerda, le reconoce y le llora.