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"Por su aplomo y entereza como Fallera Mayor de València en este año que para ella habrá sido especialmente duro, como también su entrega para con los demás al haberse incorporado en plena pandemia a las labores sanitarias en un Centro de Atención Primaria. En representación de todos los falleros sanitarios que han ayudado en la lucha contra el covid-19". Por estos motivos, Consuelo Llobell será protagonista este sábado de una rareza dentro de la tradicional secuencia de honores que recibe la representante de la fiesta: va a recibir un premio, pero no "de oficio", por ser la fallera más famosa del año, sino por unas pautas de conducta a lo largo no ya del año 2020, sino de la prolongación en 2021. Se lo va a entregar la Agrupación de Fallas Seu-Xerea-Mercat como "Premio Seu", (el "Xerea", el premio colectivo, va para Mamás en Acción y el "Mercat", para la Asociación de Vendedores del Mercado Central) casi medio año después de que un jurado se lo hubiese concedido.
Y es un premio especialmente particular precisamente por eso: por salirse de la estanqueidad que tiene la figura de la fallera mayor de València. Quien, por serlo, recibe diferentes galardones ("bunyol d'or honorífic", "ninot d'or honorífic"...) tanto la de este año como la del pasado o la próxima. La agrupación o el sector al que pertenece también la agasaja (sin ir más lejos, su agrupación, el Centro, y su sector, Roqueta-Arrancapins, lo hicieron el pasado fin de semana). Pero Consuelo ni es de una falla de Seu-Xerea-Mercat, ni su familia procede de esta zona de la ciudad ni tiene ninguna vinculación especial. Pero el jurado delegado por la agrupación se fijó en algunos de los aspectos que han acompañado al reinado más especial de la historia de esta figura representativa. "Aquel fatídico 11 de marzo en el que vivíamos el aplazamiento de la fiesta fallera fue un duro mazazo para todos pero aun así Consuelo se recompuso para retomar su actividad como sanitaria. Cambió de forma drástica la peineta y los moños por la bata y se puso en la primera línea del sector sanitario".
Consuelo llegó al cargo con la carrera de Medicina recién terminada y con la perspectiva de hacer el MIR, empresa que abandonó en 2020 por obvias razones (habría tenido que examinarse el día de la exaltación). Con la paralización de la fiesta, la fallera mayor se incorporó a los equipos médicos de atención primaria durante el verano, a la vez que no dudaba en hacer llamamientos a los falleros tanto a seguir adoptando prevenciones sanitarias como a no abandonar su militancia en las comisiones. Y mientras el de 2021, aún siendo un reinado espasmódico, encontró tiempo para preparar ahora sí el examen y obtener una posición lo suficientemente buena como para poder pedir plaza en València.
Ahora ya se ha preparado el calendario para finalizar su mandato (que está previsto para octubre), aunque sus verdaderas Fallas vuelven a estar nuevamente envueltas en la duda por el repunte de casos.
Curiosamente, la JCF no ha incorporado ningún homenaje especial sobre el covid en su programa oficial. NI un homenaje a los falleros sanitarios, ni a aquellos, no sólo sanitarios, que trabajaron de forma esencial, ni se hace un recuerdo público a los falleros que se han ido durante estos meses a causa de la enfermedad.
