Las fallas son capaces de generar conciencia entre la sociedad a través de sus actividades o monumentos y, por ello, se implican constantemente para crear un mundo mejor.

Uno de los monumentos Maides de años anteriores. | LEVANTE-EMV

De esta manera, la comisión Convento Jerusalén ha puesto en marcha un concurso de reciclaje de latas entre las distintas generaciones de falleros dentro del proyecto «Convento más verde».

El concurso, que empieza hoy, se dividirá en tres equipos con más de 170 falleros en cada uno (de 0 a 20 años, de 21 a 50 años y mayores de 51), quienes deberán depositar el máximo número de latas posibles en los contenedores inteligentes.

Además, los visitantes también podrán participar para, en palabras del delegado de Medio Ambiente, Javier Cevera, «demostrar si reciclan más los propios falleros o las personas ajenas a la comisión». Además, la recaudación tendrá un fin social. «El dinero obtenido por el reciclaje de las latas lo duplicaremos para donarlo a la Casa Caridad de València».

Cervera ha expuesto que «estamos trabajando para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible», como ya hicieron al registrar su huella de carbono en la Oficina Española de Cambio Climático. Por ello, para compensar la «cremà» de los monumentos, el consumo de energía del casal y el uso del autobús privado para algunas actividades, plantaron 535 árboles en una de las zonas afectadas por un incendio en Llíria.

Por su parte, la falla Santa María Micaela Martí l’Humà lleva colaborando desde 2003 con la Fundación Maides. La responsable de Solidaridad de la comisión, Paloma Roig, señala que «somos la única falla de València que planta tres monumentos». Así, a sus fallas grande e infantil, se suma la que realizan los usuarios de esta asociación junto a los falleros.

Este año, su lema es «El muro de Maides», a través del cual pretenden romper con los estereotipos, prejuicios y problemas con los que se encuentran los usuarios. Así, a partir del 31 de agosto, los visitantes pueden visitar el monumento, hacer un donativo a esta fundación y poner su nombre en una parte del muro para romper con las injusticias.

«La solidaridad es uno de los pilares de nuestro ADN», ha explicado Roig, quien ha añadido que, además, realizarán una «dansà solidaria» en noviembre a beneficio de esta causa.