Dos fallas del barrio de la Olivereta, separadas entre sí por apenas unos cientos de metros, han sufrido agresiones durante los días de fallas. La más grave la padecieron los falleros de la comisión de Norman Bethune-Guillem Despuig, quienes sufrieron un ataque en toda regla por parte de una banda organizada de menores, quienes habían estaban lanzando cohetes borrachos.

Estalla una falla justo antes de quemarla

Estalla una falla justo antes de quemarla Levante-EMV

La recriminación se convirtió en un ataque en toda regla, en el que los menores llevaban armas de guerrilla urbana. La agresión se saldó con varios miembros de la comisión heridos, alguno de los cuales precisó atención médica en el hospital durante varias horas, aparte del, literal, terror de verse arrastrados por un ataque, cuando en la demarcación había personas mayores y niños de la falla.

Tal como ha podido saber este diario, el miedo se ha apoderado no sólo de la falla, sino del propio vecindario por la presencia de estos menores organizados.

La comisión de Norman Bethune, "Els Trabucaires", es una comisión pequeña, aunque con una demarcación que permitía sacar las mesas a la calle y hacer vida social.

También cohetes borrachos (aunque no está confirmado que sea la misma procedencia) han sufrido los falleros de José Maestre, la comisión vecina, que se ha visto atacada en un par de ocasiones durante los días de fallas mediante el lanzamiento de cohetes borrachos durante la celebración de algunos de sus actos. También tuvieron que proteger la integridad de la falla infantil, que una vez plantada, la tuvieron que trasladar el día 5 junto al casal y cuando ya había sufrido vandalización