En la noche de ayer ardieron no uno, ni dos, ni siquiera tres fallas en la plaza del Ayuntamiento, se consumieron seis monumentos en el ágora de València en la cremà. Las obras en las vías públicas obligaron a cambiar la ubicación de la plantà de la Plaza del Mercat Central y la Plaza de la Reina, que estas Fallas han trasladado sus obras a la plaza consistorial. Poco después de las ocho de la tarde, las infantiles de la falla del «Tio Pep» y del Mercat, comenzaron a fundirse en el fuego tras una traca de forma simultánea. Como si de una carrera titánica se tratase, las llamas empezaron a conquistar e incinerar sendos monumentos con el aplauso de los falleros de fondo. Lágrimas de emoción en las Falleras Mayores que anunciaban un tiempo nuevo. Una imagen, una vez más, atípica por producirse a la luz del día debido al adelanto del horario de la «cremà» por el toque de queda.

Las comitivas infantiles de ambas comisiones desplazadas, celebraban este rito que en 2021 ha sido histórico por muchos motivos. La pandemia, la estación atípica en la que se han celebrado y la ubicación única que han compartido estas fallas por las obras municipales.

La cremà de la Falla 'Tio Pep', desde dentro

La cremà de la Falla 'Tio Pep', desde dentro Quique Vivó Soria

Poco antes de las diez de la noche, la falla grande del Mercat Central iniciaba su camino a la extinción a través de las llamas. Tracas apuntando al cielo anunciaban lo que llegaría, la quema de estas obras que han acompañado a Mercat durante casi dos años y que, con su quema, simbolizan el fin de una etapa y el comienzo de la recuperación de una normalidad que, desde las comisiones esperaban que llegue en marzo de 2022. A las diez de la noche comenzó a arder la grande de la Plaza de la Reina, a escasos metros del Mercat. Desde los balcones, los vecinos observaban una estampa única, con la plaza del Ayuntamiento llena de fallas quemándose a lo largo de su recorrido.