Medio siglo no es nada. Pero casi medio centenar de falleras mayores de València es mucho. Tanto, como una parte importante del relato de la fiesta. Le pese a quien le pese, y compartida con todo el gran movimiento social, llamado falleros y falleras, que le da sentido a todo lo demás. Y reunir, y reunir tantas, no suele ser habitual.

El Corte Inglés tiene un particular registro en la historia de la fiesta:es el decano de los patrocinadores de la misma. Nada más cortar la cinta del primer establecimiento, su logo ya empezó a aparecer en el Libro Oficial Fallero, del que no se ha borrado desde entonces. Su relación con las Fallas es importante. En el plano comercial no acapara el mercado de la indumentaria:tiene sus tiendas, y bastante buenas, pero como una más del tejido profesional. Por contra, la marca siempre ha estado presente a la hora de patrocinar eventos, especialmente en materia pirotécnica.

Ayer, y dentro del tramo final de la exposición «Tú me has cambiado», del medio siglo del establecimiento, se ha recordado esa relación con las falleras mayores, cuya visita anual forma parte de la agenda. Que queda registra en el libro de honor. Ayer, esa publicación volvió a una mesa porque las falleras también volvieron. Una parte bastante importante de las que, desde entonces, han sido la cara amable de la fiesta. Las que, como dijo Julio Tormo, «nunca dejáis de ser falleras mayores. Lo sois, con un año al lado». No es fácil una reunión a la totalidad:muchas residen fuera de València, para otras era imposible acudir, otras están desvinculadas del mundillo... pero llegar al cincuenta por ciento es reunir mucha historia, mucho nombre y mucho apellido. Y, sobre todo, como dijo Consuelo Llobell -tan cerca de empezar a formar parte, junto con Carla García, de la galería de ilustres de la historia- «siempre con vuestro apoyo». Le dieron un texto para leer, pero ni lo abrió. Celebró la oportunidad única del reencuentro y apeló a «volver a reunirnos cuando cumpláis cincuenta años más». Ella será casi octogenaria, pero valdrá la pena contarlo.

Hoy, ensayos y puertas abiertas

Y es que, acabando septiembre, y con la atípica «cremà» tan reciente, la ciudad parece tener Fallas por todos sus poros. Hoy, por ejemplo, es el ensayo general de la elección de las cortes de honor en la Fonteta, mientras la falla Almirante Cadarso hace una jornada de puertas abiertas con sus cuatro «ninots indultats», antes de que, al día siguiente, pasen a engrosar el Museo Fallero.