Sin tiempo casi para digerir la elección y proclamación de las falleras mayores de València, la fiesta continúa su ritmo infernal, aunque falten todavía cinco meses para su semana grande o quizá porque sólo faltan cinco meses. Anoche se desvelaron los proyectos de la Sección Especial. Los de la Federación, porque en 2022 se debe reincorporar la comisión de Malva-rosa-Antonio Ponz-Cavite. Es una cita normal en el calendario, pero que en esta ocasión choca un poco porque hace apenas un mes que carnavales venecianos, gamusinos, piratas y lucrecias estaban plantados en la calle para su exhibición y posterior quema.

Las Fallas de Septiembre pasaron a la historia y ahora hay poco tiempo por delante. Tanto es así, que buena parte de las fallas presentadas ayer están ya confeccionadas. De hecho, están ya en fase de aceleración. La Federación ha regresado a su espacio habitual, Nuevo Centro, para crear una carpa fallera en la que combinar la exhibición de los proyectos con una pequeña feria de colaboradores, que estará acompañado de algunas actividades culturales y recreativas. Hace ahora un año también hubo una «Festa per a Tots», pero que tan sólo era un recordatorio de lo que ya se conocía: los proyectos abortados en 2020, que se confiaba plantar en marzo. Aunque ya en esas mismas jornadas, en la tertulia de artistas falleros, se empezó a apuntar la posibilidad de dilatarlas más en el tiempo, como así fue.

Todos los bocetos iguales

Una de las características de la muestra es que lo que se ve son los bocetos de verdad. Todos iguales, tanto en el formato del boceto como en la cantidad de falla que se exhibe. El visitante puede disfrutar de una versión global del proyecto que presenta cada artista.

Los proyectos son una prolongación de lo visto en los últimos años. Cada artista, bastante fiel a sus principios, ofrece un escenario de temas de actualidad bajo claves basadas en personajes de época y con infinidad de numerosas figuras de diferentes tamaños. Son, en general, fallas reconocibles, con trazos propios de los diseñadores de cabecera. Así, Martínez Aparici juega con el relato artúrico de Excalibur para el proyecto de Cuba-Literato Azorín; Paco Torres aparca los gamusinos y juega en clave de ajedrez. Reyes, soldados, jinetes, hadas, elfos, animales de fantasía, personajes dieciochescos y románticos. Nada previsto para la representación de los protagonistas de la actualidad, que irán a parar a las escenas.

Record de fidelidad... y otro de camino

Quizá la mayor novedad arquitectónica la ofrece Manuel Algarra en Almirante Cadarso, donde abre su proyecto en forma de pirámide invertida, con una gran base central, en busca de seguir escalando posiciones. Algarra sigue triturando el récord de años seguidos en una misma comisión Sección Especial: con ésta ya serán 17. A la chita callando, Sergio Musoles alcanza ya los diez años consecutivos en Reino de València-Duque de Calabria. Lo que convierte ya este matrimonio en el tercero más longevo de la historia, tan sólo superado por el de Algarra y el de Regino Mas y el Mercado Central, que tiene al alcance de la mano: éste ya son diez y aquel fueron doce años seguidos.

Vuelve el Pinocho a Na Jordana y Santaeulalia a Sueca

Otro de los elementos llamativos es el proyecto de Na Jordana, que refuerza su apuesta con una alegoría al regreso a la normalidad, rescatando como cuerpo central a uno de los personajes icónicos de su historia, el Pinocho de Manolo Martín.

El único cambio en el elenco de artistas es el de Santaeulalia Tematización en Sueca-Literato Azorín. En una alegoría al Brexit, Pedro Santaeulalia juega con la fórmula de los gentilicios que tanto éxito le ha dado otras veces. En esta ocasión, los casacones se ven en peligro de vapuleo ante el resto de la Unión Europea.

Buscando un dominador

La Especial buscará en marzo de 2022 un dominador que, ahora mismo, no tiene. Sirva el ejemplo: en los últimos diez años tan sólo el Pilar consiguió repetir victoria, en 2014 y 2015. Los últimos cuatro años han sido escenario de una alternancia: Antiga-Convento-Antiga-Convento. Esta última, que es la que va con más dotación económica y con un taller, el de Pere Baenas, en plena forma, ha mostrado ya sus intenciones de ser la que monopolice el primer premio en los próximos años. Sin embargo, la experiencia recuerda que incluso en los tiempos de Nou Campanar, con superioridad económica aplastante, hubo tiempo para las sorpresas. Con menos margen de diferencia, las alternativas están al cabo de la calle. Ambas llegan con armas sólidas; una para mantener, otra para volver.

Entre las grandes dudas de la competición estará saber con qué Cuba-Literato Azorín nos encontraremos dentro de cinco meses. La versión reducida del «Collage», una falla que en 2020 tenía que haber peleado por el podio, les descabalgó de una pelea en la que son los grandes animadores. Y por otra parte queda esa eterna duda de cuántos proyectos le faltan a Paco Torres para, por fin, ganar el primer premio en el Pilar. También falta ver, en este nuevo orden, cual es el espacio a ocupar por Exposición tras hacer añicos el techo de las tres grandes el pasado mes de septiembre, ocupando la medalla de bronce. Afronta así el mismo reto planteado, y conseguido a veces, por Cuba en la segunda mitad de la pasada década.

Estas dudas no extraen en la «Festa per a Tots» porque, aunque en esta ocasión sí que es un buen indicativo de las intenciones, éstas no se materializarán hasta que se llegue al terreno de juego, la calle.

Necesitados de dinero

Con todo, la realidad de las comisiones no es fácil. Son los más perjudicados por la crisis de la pandemia: además de la pérdida de falleros, también han visto cómo se escapaba una gran parte de su financiación, la de patrocinadores y visitas al interior. Es por ello que son los que defienden con más vehemencia la necesidad de que el ayuntamiento prolongue la subvención extraordinaria un año más. Que aparte del 30 por ciento prometido se habilite una partida extra. La Junta Central Fallera, al fin y al cabo, sigue en un ritmo de gasto muy inferior al de un año normal y ya en 2020 mucho dinero se devolvió a la caja común de la ciudad. Esa, ciudad, que las Fallas de Especial recuerdan repetidamente que hacen grande con sus grandes fallas.