"Una falla abierta y popular". Así se anuncian los responsables de la comisión de Rafael Alberti-Serra Calderona, ratificada por la asamblea de presidentes tras ser aprobada por el pleno de la JCF. Con ella serán 383, más la municipal, las fallas que se planten en València y pueblos asociados.

Bajo el apodo de "La Nova de Campanar" sustituye por demarcación a Nou Campanar, una parte de cuyas calles ocupará, incluyendo la segunda parte de su nomenclator, la Serra Calderona.

Se trata de una comisión que no tiene nada que ver con el proyecto de Juan Armiñana, que en doce años de vida consiguió siete primeros premio de Sección Especial. Nada más allá de que a la misma pueda apuntarse algún fallero procedente de la demarcación. El cruce en el que se anuncian está más alejado del emplazamiento clásico de Nou Campanar (donde ahora hay un supermercado Lidl), pero no lejos de el espacio donde plantó Pedro Santaeulalia su última falla en 2008, un solar también ahora en construcción. Lo que tendrá al lado es el gran espacio vacío donde ha estado la exposición de dinosaurios.

Esta comisión se presentará con una junta rectora de cuatro presidentes y ya tiene fallera mayor en la persona de Mar Montañez (la propia comisión publicó días atrás una foto de una cena con la presencia del concejal de Vox Vicente Montañez).

Escudo de la nueva comisión

Lo que hasta ahora había tenido que funcionar como asociación cultural había intentado constituirse desde hace tres años con otras denominaciones como Luis Buñuel-Rafael Alberti. La JCF había rechazado la propuesta por incumplimiento de algunos de los requisitos precisados para ello. En ese sentido, ha tenido un recorrido parecido al proyecto de Nou Patraix, que tardó varios años en aprobarse tras acabar siendo la actual Montesa-Dr. Marañón, o Blas Gámez-Ángel Villena, que precisó de dos años para aprobarse, y que eran, hasta ahora, las últimas incorporadas al censo fallero. Un censo en la que ostentará el número 393 (diez más de los reales) a causa de diferentes bajas ocurridas en los últimos años.

Anteriormente ya había llamado la atención por iniciativas como contratar una palmera alicantina para disparar el pasado mes de marzo o un premio literario bajo el nombre de Rafael Alberti, y que no se concretaron.

A partir de ahora, la comisión no dispone más que de cinco meses para reclutar falleros y articular su primera semana fallera.

"Ni la pandemia ni la economía van a impedir que nadie se quede sin ser fallero" han anunciado en redes sociales. De hecho, los necesitan.