La fiesta fallera intenta recuperar el pulso tras verse amputada en marzo de 2020. Uno de los actos que se recuperan este fin de semana es de los señalados en el calendario: la exaltación de las falleras mayores de València. La última vez fue en enero de hace dos años y, entre medio, a Consuelo Llobell, Carla García y sus cortes de honor se les escenificó la continuidad con una imposición de bandas en el Salón de Cristal del Ayuntamiento.
Pero no es una exaltación al uso, aunque se pretende. Es un contrasentido una exaltación a la persona y que ésta aparezca embozada con la mascarilla. Ayer, Nerea López, Carmen Martín y las dos cortes de honor ensayaron el acto con sus enaguas, sus cancanes y sus mascarillas.
Por lo menos, en el escenario...
Será el mismo viernes cuando una reunión con Sanidad decidirá si, al menos en el escenario, las protagonistas de la fiesta pueden tener su particular apoteosis personal en plenitud. Si su momento culminante lo pueden materializar con unos mínimos de dignidad visual.
Antecedentes hay a favor de una venia para todas ellas. Fundamentalmente, que están en un escenario y que ahí, ya se han visto todo tipo de performances a cara descubierta. Y no sólo en las Fallas, como los concursos de «play back» o teatro. También en cualquier representación dramática. El teatro y los musicales han vuelto y lo han hecho con toda la expresión de las caras.
Nunca se quiere establecer esa comparación, pero esta vez juega a favor de las Fallas. El pasado mes de octubre, las Fallas aceptaban una elección de la corte en la Fonteta con todas las candidatas tapadas. Casi simultáneamente en el tiempo, el concurso de Miss España se llevaba a cabo sin restricción facial alguna.
En el escenario sólo están las falleras (salvo cuando están Joan Ribó y Carlos Galiana, que si están tapados es menos trascendente y está más asumido), y todas ellas son grupo burbuja. Viajan juntas en los coches y comparten proximidad. Incluso acataron la cancelación de la agenda cuando las representantes de la fiesta cayeron contagiadas en diciembre. Adía de hoy, apenas se han difundido imágenes de las falleras sin mascarilla. La corte tan sólo en las entrevistas cuando fueron elegidas y una vez en la festividad del Patrimonio. Las falleras mayores, un par de veces más. No más.
Pero la Junta Central Fallera no quiere ni expresar, a día de hoy, opinión alguna. «Ese tema no se habla» se limita a decir, lacónicamente, el concejal de Cultura Festiva.
