La plaza del Ayuntamiento ha contemplado una escena inusitada dentro de la particular arquitectura fallera: una jaula dentro de otra jaula. En el interior del recinto destinado a las «mascletaes» se ha instalado otra jaula de mecanotubo destinada a la «cordà» que el sábado, a las nueve y media de la noche, marcará el inicio de la serie ya ininterrumpida de actos falleros.

La estructura, que se ha de desmontar para la «mascletà» del domingo, se ha instalado en el interior del recinto acotado y estará cubierto también por un techo para evitar que cualquiera de los elementos pirotécnicos pueda llegar incluso a la zona del público. Se trata de un cohetódromo más pequeño del habitual en Paterna, pero suficiente como para hacer una «degustación» del arte pirotécnico típico de la villa paternera, con cuyo ayuntamiento se ha firmado un convenio para llevar a cabo la demostración.

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Hay que remontarse 26 años, a las Fallas de 1996, para asistir a la anterior ocasión en la que una demostración de «cordà» de Paterna entraba en el programa oficial de festejos. En este caso se disparó en una jaula habilitada a tal efecto en el Jardín del Turia, cerca del Gulliver -por esa época aún no estaba ni mucho menos completado el jardín- y tuvo lugar en la noche del 15 al 16 de marzo, a la una y media de la madrugada. Miles de personas acudieron a presenciarlo. Duró unos veinte minutos y las crónicas hablan de un espectáculo que gustó mucho y que reunió a numerosas personas en el pretil del cauce. Un disparo en el que, como ahora, participaron los tiradores de Paterna junto con la Pirotecnia Caballer.

Ahora, al ser en sábado y a un buen horario, se prevé una copiosa asistencia en la plaza. Todo un reto teniendo en cuenta que será la primera vez que vuelvan las multitudes a la plaza mayor para presenciar un espectáculo pirotécnico, y para el que será obligatorio el uso de mascarilla.