Las fallas afectadas por las obras del centro de València ya tienen resueltas sus ubicaciones de cara a los festejos de 2022. Salvo cambio de última hora, que no se prevé, tres fallas todavía tienen que cambiar su emplazamiento habitual y se produce ya el primer retorno a la ubicación tradicional. En este caso, la falla del Mercado Central.
A Reina-Paz-San Vicente le ha faltado muy poco para volver a su lugar habitual. Pero las obras continúan y, de la misma manera que la Ofrenda no discurrirá por la calle San Vicente, ellos se trasladan, tal como aseguró el concejal Carlos Galiana, al cruce de San Vicente y María Cristina. El cruce en el que plantó el Mercado Central en septiembre. Un auténtico efecto dominó. No es un emplazamiento extraño en la historia de la fiesta. De hecho, durante algunos años esa intersección acogió la falla Caudillo-San Vicente, que llegó a militar en Especial.
Corretgería-Bany dels Pavesos regresa a su zona natural. Gana proximidad (estrá al lado de su carpa), pero pierde la incontestable visibilidad que tuvo en septiembre en la calle San Vicente. La falla grande se plantará en un triángulo que forma la calle En Pina. La infantil irá al cruce entre Purísima y Angosta de la Compañía. Con el único pero de que habrá que, literalmente, blindarla porque es zona de numeroso paso humano.
La falla que se incorpora a los traslados forzosos es Calabazas-En Gall, que tiene su plaza natural levantada. Tienen que sortear la vecina falla de Linterna-Na Robella y trasladarse a la avenida del Oeste junto a Roger de Flor.
Se espera que este sea el último año en el que estas céntricas fallas tengan que verse obligadas a moverse. En cualquiera de los casos, estas nuevas zonas eluden los monumentos de la ciudad.
