Los miles de visitantes que acudían el día 20, bien entrado el mediodía, sobre las tres de la tarde, a la plaza de la Virgen, se encontraron con la sorpresa de que aparecieran de la nada la fallera mayor de València, Carmen Martín, y la corte de honor. Fue una particular forma de acabar la jornada de la "mascletà del día después". Antes de marchar a comer y desplazarse a Castelló, quisieron acudir a la plaza para hacerse una foto de recuerdo.
El capricho del calendario propiciaba que, sí o sí, las representantes de la fiesta no tenían el 20 de marzo para descansar: tenían agendada la visita a las fiestas de la Magdalena. Las inclemencias del tiempo durante los días de Fallas les permitió añadir el disparo pirotécnico y, aprovechando, la visita a la obra floral confeccionada con la aportación de las falleras de las comisiones.
Suele ser un ritual que, al acabar las fiestas, fallera mayor y corte acudan a ver una imagen con tantas connotaciones emocionales. Años atrás se hacía de madrugada, tras la "cremà". También el día 20 o 21, de incógnito. En esta ocasión, la multitud contempló con curiosidad cómo rostros reconocibles de la fiesta se dejaban ver en un lugar tan especial para todas ellas. Otros, visitantes, no acababan de tener claro quienes eran. Pero una nube de fotógrafos acabó rodeándolas.
La imagen de la Virgen con flor puede visitarse hasta el 22 de marzo, completo, y será desmontado el 23 a primera hora de la mañana.
