La fiesta del Gremio de Artistas Fallero ha dejado muchos puntos de vista durante la jornada del 1 de mayo. Por una parte, el llamamiento al examen de conciencia, uno más, pronunciado por el maestro mayor, Paco Pellicer. También el recuerdo a los artistas que han desaparecido durante el tiempo de pandemia (la fiesta gremial se ha recuperado después de faltar en las ediciones de 2020 y 2021) y la dosis de polémica por la ausencia del concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, quien justificó su ausencia por "motivos personales", aunque no pasaba desapercibido que no se le haya concedido el "Ninot d'Or", un hecho acentuado por que sí que se le haya dado al presidente de la Diputación, Toni Gaspar (por las campañas de trabajo a los artistas por valor de 600.000 euros) y con el malestar de los artistas todavía latente después de que, en dos ocasiones, el concejal haya manifestado sus dudas de si las subvenciones concedidas por el ayuntamiento se hayan "visto reflejadas en la calle". Aunque en la "Gala de los Unos" del día anterior el discuro del edil recordara los 10 millones en ayudas y subvenciones entregados por el ayuntamiento a las comisiones y que deseaba que "de alguna manera, os haya llegado parte de ese esfuerzo que hemos hecho entre todas y todos por intentar mantener vuestro oficio que es lo único imprescindible en nuestra fiesta y en nuestro patrimonio”.
El caso es que Pellicer "disculpó" la ausencia de Toni Gaspar "por motivos de agenda" y se limitó a "lamentar la ausencia del concejal de Cultura Festiva".
La representación institucional ha estado conformada por los ediles Pere Fuset, antecesor de Galiana en el cargo y "Ninot d'Or" en su segundo año de ejercicio -el primero que lo recibió en la anterior legislatura fue Fernando Giner- y la socialista Pilar Bernabé (quien también ha promovido ayudas a los agremiados que tienen sus naves en la ciudad, aunque no se le haya concedido también la recompensa). Antes, en la misa a San José Artesano estuvieron Santiago Ballester (PP) y Vicente Montañez (Vox)
Ese fue el capítulo uno. El dos fue el reconocimiento a los artistas fallecidos desde el 1 de mayo de 2019. Un emotivo vídeo fue reconocimiendo la mucha historia y el mucho talento que ha perdido la profesión: Juan García Marqués, Manuel Villalba, Enrique García Ibáñez, Alfredo Villalba, Juan Roig Arnal, Fernando García Ribas, Bernardo Pastor, Jesús Javier Andreu, Vicente Tornador, José Azpeitia, Roberto Salvador, Vicente Luna y Manuel Algarra.
El que fuera maestro mayor, José Latorre, amigo personal de Algarra, glosó su figura y entreveró las de los grandes que han quedado en ese camino.
Y el presente formó parte del discurso de Paco Pellicer. Ha hecho hincapié en dos aspectos: la administración de los talleres y la búsqueda de alternativas laborales, aprovechando el virtuosismo profesional.
Recordó, en este último aspecto, el daño que también ha hecho "la paralización de sectores como la escenografía y las ferias". Pero hizo un llamamiento a "la oportunidad que tenemos por delante de revalorizar nuestro oficio, prestigiar la profesión y diversificar. Vamos a pensar en el futuro. El presente es complicado, pero recordemos que siempre partimos de cero. Podemos controlar y estructurar con las propuestas que nos llegan. Los artistas tenemos capacidad, potencial y necesidad de posicionarnos en otros campos artísticos. Sabemos responder a cualquier requerimiento de la industria teatral o de grandes acontecimientos. Dominamos las técnicas y somos capaces de afrontar cualquier proyecto por muy monumental que sea. Podemos ser un referente a nivel nacional e internacional de grandes proyectos. Sin miedo alguno". Para lo que pidió a las instituciones "ayuda en forma de promoción. Las subvenciones que hemos recibido han sido muy buenas, pero ahora necesitamos promoción. Nos falta la estructura que tienen las instituciones para que nos den visibilidad".
Y refiriéndose a las Fallas recordó que "eso va en el primer puesto. Porque somos artistas falleros y es nuestra pasión. Ser artista fallero es un nombre que debe ser un sello de distinción. Hemos conseguido la perfección de los volúmenes y los ninots. No se puede mejorar más los acabados". Por lo que apeló a que "lo que nos hace falta una mejor administración de nuestros recursos". Con una receta que parece sencilla: "Partiendo de un presupuesto cerrado, estamos obligados a desglosarlo y tener claro cual es la cantidad real que podemos destinar a la falla. Es nuestro beneficio y nuestra viabilidad lo que está en juego. Nuestro objetivo es hacer fallas sobre todo y otros trabajos para completar el presupuesto del taller. Pero con viabilidad".
Cerró haciendo un llamamiento a que "el futuro es nuestro. Si nos posicionamos y nos ponemos en valor. Pero no en un atril el día de nuestra fiesta, sino en el día a día".
La jornada se completó con la entrega de los "Ninots d'Or" a las falleras mayores de València, Carmen Martín y Nerea Gómez, y la primera edición de la distinción Flama, otorgado por la Federació de Gremis d'Artistes Fallers i Foguerers, a Miquel Clemades, Director-Gerente del Centro de Artesania Comunitat Valenciana.
