La Procesión de la Virgen de los Desamparados estará condicionada en su trazado a las obras que todavía se realizan en las plazas del centro de la ciudad. Así, para el acto de 2022, que supone la recuperación de esta liturgia dentro de los actos marianos, habrá que hacer dos modificaciones sustanciales.
La más importante es que la calle Maria Cristina no se tocará porque prácticamente toda está levantada. Así, cuando la comitiva rebase el Mercado Central girará a la izquierda por la calle San Fernando. Se trata de un estrecho callejón con cafeterías, librerías y tiendas de coleccionista. Apenas un pasadizo para salir ya a la calle San Vicente, conectándose así dos de los puntos que albergan mayor asistencia de público. En este callejón tendrá que superar un estrechamiento generado por una grúa, más allá de que los servicios municipales deben retirar, como en todo el recorrido, los maceteros y bolardos que imposibilitarían el paso.
Y por el mismo camino que la Ofrenda de Fallas
Las obras de la plaza de la Reina también obligarán a modificar ligeramente el tramo final, que llevará a la comitiva al camino seguido en la Ofrenda de Fallas: arrancará en la calle de la Paz para entrar en Luis Vives y, tras un leve retranqueo en Mar, enfilar la calle Avellanas, que es el punto culminante del acto, en el que se acumulan más tapices y más lanzamientos de pétalos.
Todos estos particulares "juegos malabares" acabarán, o deberán acabar de cara a la procesión de 2023, en la que todas las plazas estarán ya totalmente reformadas. Lo que permitirá también recuperar el "Mercat de l'Escuaraeta", que este año tampoco se instalará al quedar en un limbo por falta de espacios alternativos.
Una remodelación con un peligro aparente
El recorrido de la Procesión, sin embargo, no estará falto de debate cuando las obras acaben. Porque los Seguidores de la Virgen ya han advertido de un problema que se avecina cuando la plaza del Mercado Central quede expedita: la urbanización de la misma ha generado una replaza al lado de "les covetes", a la que se accede mediante unos peldaños. Justo en la zona donde se concentra la gente para ver pasar la imagen. La entidad que organiza las salidas de la Virgen han reclamado que, de cara a 2023, se pongan las medidas necesarias para evitar que la gente se eche hacia atrás y pueda caer escaleras abajo. "Es una posibilidad que, viendo como queda la plaza, es perfectamente posible y que nos preocupa. Esperamos y confiamos que el ayuntamiento tome alguna medida". En la actualidad es imposible que ocurra porque ese porche está totalmente cubierto por un vallado. Que, sin embargo, serán retiradas en su momento.
