Hubo un tiempo en el que la comisión de Azcárraga-Fernando el Católico aparecía en las listas de la corte puntualidad británica. Tuvieron presencia en 1981, 82, 83, 86, 88, 89, 90... Mónica, Cristina, Yolanda, Carmina, las tres, entre hermanas y primas, de la familia Guisasola... pero el globo se fue deshinchando y sus presencias han pasado de frecuentes a ocasionales. Este año en la Fonteta irá con dos buenas candidaturas: la infantil y la mayor, para recuperar las sensaciones y para hacer hueco en la pared de fotografías ilustres en el casal. Para la corte mayor contará con Carmen Alepuz, que no es otra que la última de las falleras de la comisión en estar en lo más alto. Se la pudo ver en 2012, hace casi un suspiro. Con Rocío Pascual de fallera mayor. Regresa con veinte años y aprovechando un rebote del destino: «mi fallera mayor no pudo presentarse por cuestiones personales y mi presidente empezó a llamar y preguntar si alguien quería. Yo le dije que si no había más candidatas, yo iba adelante. Yo quiero y voy a ser fallera mayor de mi comisión y me presentaría ese año. Pero las ocasiones llegan cuando menos se esperan. Ilusión la tengo toda». Porque resulta curioso que, para cumplir su sueño, ahora haya que pensar en «romper los estándares»; los de edad. Es decir, salir elegida con veinte años, que ahora es ser «muy joven». Es más probable que, en caso de ser elegida, sea de las benjaminas.

75

Conoce a las candidatas a Fallera Mayor de València 2023

Pero con tiempo ya para haberse trabajado bien el camino de vida con un grado medio y uno superior: primero, auxiliar de enfermería y «acabo de terminar Técnico Superior en la Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear». Trabajos éstos que «te hacen valorar la vida y cada momento. Le das importancia al trayecto de la vida. Ves cosas muy malas, pero en los hospitales también pasan cosas muy buenas: hay nacimientos, operaciones que salen bien, cánceres que se recuperan...» No hay dos sin tres. «Ahora estoy preparando las pruebas para enfermería».

Carmen es heredera generacional de una de esas señas que enriquecen la historia de la vida comercial de la ciudad. En un tiempo de firmas digitales, Sellos Alepuz está a puntito de cumplir cien años como empresa valenciana. Nada la gustaría como que acuñaran con un «Válido» su candidatura a un puesto en la Fonteta.

19

Preseleccionadas de Algirós, Seu-Xerea-Mercat y Botànic-La Petxina Moisés Domínguez