- Sara Sancho Ruiz
- Falla Mossen Sorell-Corona
- 21 Años
Esta es la historia de la fallera mayor que quemó su falla «lanzando un cóctel molotov». Pero si hablamos de la comisión de Corona, entra en la más absoluta de las normalidades. Como todo lo que rodeó a la historia, con su punto de astracanada, del furgón blindado convertido en falla de quita y pon. Todo ello lo narra Sara sin dejar de perder risa y sonrisa. «La historia fue muy bonita, ¿no?. Nos lo pasamos en grande. Tener una falla, que de repente, nos roban durante las Fallas de Septiembre. La fallera mayor; o sea, yo, llorando desconsolada. No pudimos quemar más que una estoreta y, de repente, al cabo de unos meses, resulta que reaparece aunque sin el dinero, sin los millones de euros que había en su interior. Pero como nos tocó la bonoloto pudimos volver a llenarla de dinero. Plantarla con un francotirador vigilándola desde un balcón. Y prenderle fuego. Al furgón y al dinero». Sara es, pues, actriz necesaria en un sainete que había empezado meses antes de la pandemia «quemando billetes en la presentación del proyecto».
Es casualidad, pero parece que forme parte del guión que la fallera mayor de Corona, además, estudie Psicología. Pero esto ya forma parte de la verdad absoluta. «Me encanta conversar con la gente, escucharla, conversar... aprendes muchas cosas. Hay mucho trabajo, puedes dedicarte a investigar... todo el ámbito me gusta, es completo y me llena». Y trabaja también de cartera en una empresa de correo postal «o a veces en la oficina. Un trabajo para vivir».
Porque esa es otra originalidad de la fallera mayor de Corona. «Soy independiente». Si: con 21 años. «Hay veces que hay que salir del nido familiar y echarse a la vida real».
Y otra originalidad de la fallera mayor de Corona. Tanto que se teoriza, con razón, de que los falleros de Ciutat Vella no residen en Ciutat Vella... «pues yo sí que vivo allí. Desde que estoy independizada». Aterrizó en Corona «por amigos de mi madre. Fuimos a parar allí, nos quedamos, nos gustó, sabíamos de qué iba la falla Corona».
Y su trayectoria finaliza con las pruebas destino Fonteta después de los consabidos tres años. «Quería vivir unas fallas en marzo, unas fallas completas». Y rematar la faena del blindado. Una falla de la que se ha quedado dos recuerdos: «como ninot, una de las cámaras de vigilancia» y la foto más original: «la mía oficial del llibret. ¿Cómo? Con el cóctel molotov».
Hasta los 17 años vivió en Xàtiva «y veníamos los viernes, cuando había actividad en la falla, en la Semana de Fallas». Allí ha dejado sus incursiones en la Societat Musical de Xàtiva, La Nova, porque le faltan manos: «Toco la flauta travesera, un poco el piano y la percusión». Otro cóctel, éste de acordes, para una candidata con mil facetas. Como su falla.
