A las Fallas les espera un nuevo periodo de incertidumbre: saber si van a poder disponer de iluminación nocturna o si tienen que apagar los generadores a una determinada hora, dígase las diez de la noche, por mor del Real Decreto de Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética. Sobre todo porque una parte importante de la fiesta transcurre de noche. Así se transmitió en una pregunta durante el pleno de la Junta Central Fallera, en la que el concejal Carlos Galiana reconoció que también se le había preguntado al respecto en la última asamblea. El edil prometió dar una solución en la próxima reunión de presidentes, dentro de dos semanas.

Y no se trata sólo de una cuestión estética. Es el aspecto en el que incide una de las voces más acreditadas al respecto: el delegado de Iluminación y Marca de la falla Cuba-Puerto Rico, los ganadores de los últimos años: «consideremos, tal como dicen los comerciantes, que las luces de Navidad generan euforia e incitan al consumo. Pero en este caso no es sólo eso: suprimir la iluminación nocturna en las Fallas implica una situación mucho más grave porque nosotros sí que desarrollamos actividad y consumo directo». Se explica: «es mucho más difícil pensar que, con las luces apagadas, se quieran instalar mercadillos porque dudo mucho que la gente quiera ir a visitar demarcaciones apagadas. Y es mucho más dificil pensar que los patrocinadores aporten. Un anunciante no paga por un letrero apagado, o encendido sólo un par de horas».

Y es que hay que recordar que, por la época del año que se trata, las luces suelen encenderse (las fijas y las de espectáculos) sobre las ocho de la tarde. Estaríamos hablando de dos horas hábiles. El responsable de la contratación de luces de la comisión ruzafeña apela a que, a la hora de tomar la decisión, «se piense en la condición de las Fallas como entidades culturales sin ánimo de lucro» para levantar o ampliar el horario. Además de recordar que «sea cual sea el horario de encendido, los gastos fijos de instalación son los mismos y además crecidos por el aumento de los costes y el del consumo va a ser el mismo». Una situación «que es aplicable a las fallas que hacemos luces grandes y a las que hacen luces pequeñas: al final siempre es ambiente y siempre son aportaciones». Cebriá recuerda, en ese sentido, que «podemos entrar en el círculo vicioso: menos ingresos, menos recursos, menos falla... no es una cuestión de la nocturnidad de la fiesta: las verbenas y sus horarios no tienen son en este caso el debate: apagar a las diez sería un desastre».

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Galería nostálgica de las calles iluminadas en Fallas (2010-2020) Moisés Domínguez / Fotos: Archivo de Levante-EMV

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Así ha sido la celebración del premio de luces en la falla Cuba-Puerto Rico Fotos. Jaime Bronchud