La primera reunión de preparación del Bando Fallero ha dejado algunas novedades de cara a los festejos del próximo mes de marzo. En este particular sanedrín se trata de conjugar los intereses de las comisiones de falla con los de otras entidades ciudadanas, con el ayuntamiento por medio.
La principal novedad afecta a uno de los elementos que, hasta ahora, quedaban pendientes de resolución: las cuatro comisiones del centro histórico de la ciudad no tendrán verbenas, que cambiarán, en todo caso, por la fórmula del tardeo. Se trata de una renuncia consensuada, que viene a acabar con el malestar existente por la concentración, casi salvaje, junto a monumentos como la Lonja o los Santos Juanes.
Mercado Central ya había dado el primer paso renunciando previamente y tanto las comisiones como la concejalía de Cultura Festiva habían llegado al acuerdo. Ahora se le suma , Linterna-Na Robella -a quien la peatonalización del entorno del Mercado era un efecto llamada insostenible- mientras que Doctor Collado y Merced no se trata de una renuncia expresa, en el sentido de que falta la decisión de las propias comisiones en el sentido que sea (renunciar a toda la nocturnidad, reducir el número de días, la banda horaria o similar).
En cualquier caso, existe otra opción, que es la de que fuera el propio Ayuntamiento quien decidiera establecer una "zona de exclusión" en la que no se pudieran celebrar verbenas nocturnas por decreto.
Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que las verbenas con una fuente de financiación de las comisiones, con lo que el quebranto económico existe. Una de las opciones que se han planteado al ayuntamiento, en caso de renuncia, es compensar con la posibilidad de celebrar, en otro momento del año, algún tipo de fiesta que sirviera para mitigar las pérdidas.
Por lo que respecta a las carpas, se va a trabajar en un calendario nuevo que permita esponjar en 24 horas más la «plantà» de las mismas. Sobre todo, según explicaron los agentes falleros, porque cada vez es más difícil encontrar proveedores cercanos. Habría cierta flexibilidad a la hora de priorizar las carpas que no son invasivas, dejando para el tramo final las más conflictivas -no condicionarlo todo, pues, al número de falleros que alberga-. Por contra, sí que existe la premisa de que el lunes, 20, sobre mediodía, la ciudad debe haber recuperado la normalidad, lo que significa haberas desmontado.
En 2023, el calendario de Fallas no es especialmente complicado. Las carpas estarían en uso a partir del viernes, 10 de marzo y albergarían actividad el 11 y 12. Tan sólo quedarían infrautilizadas el tramo final del domingo 12, el lunes 13 y el martes 14 por la mañana. Una falta de uso que entra dentro de los límites soportables. Mucho peor será en las Fallas de 2024, con hasta cuatro días (tres completos y dos medios días) sin apenas uso.
Ambientación musical el 10 y cinco días de verbenas
Por lo que respecta a las verbenas, se recupera la ambientación musical en la noche del viernes, 10. Es decir, que esa noche, la primera de grandes reuniones (suele usarse para cenas de falleros de honor o similar) pueda tener ambientación hasta la madrugada.
Las verbenas de la calle serán el sábado 11 («Prefallas») y la serie tradicional de 15, 16, 17 y 18, aunque la primera de esas fechas está en el debate ético de las propias comisiones (se considera que es la noche para vivir la falla en su «plantà», no estar de fiesta) y no son pocas las que lo cambian por la «ambientación».
Las propuestas tienen que pasar ahora el filtro de los servicios técnicos, pero el concejal Carlos Galiana destacó la «predisposición para el diálogo y la búsqueda de acuerdos, bases que hemos impulsado sistemáticamente para que la celebración de las Fallas cuente con la colaboración de todas y todos y también suponga una oportunidad festiva, cultural, económica y social para todas y todos los participantes en estas reuniones».
Los hosteleros mostraron su preocupación por las terrazas en el recorrido de la Ofrenda y los vecinos, por la venta ilegal de bebida.
