La mayor muestra de solidaridad fallera en Pintor Domingo-Guillem de Castro

Una de las comisiones más precarias abre el casal durante la semana para recoger alimentos destinados a los más necesitados

Recogida de alimentos solidaria de la Falla Pintor Domingo-Guillem de Castro

Recogida de alimentos solidaria de la Falla Pintor Domingo-Guillem de Castro / German Caballero

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La solidaridad es un valor que las comisiones llevan desde años poniendo no ya en práctica, sino con especial énfasis. Basta un repaso por la actividad de un ejercicio para encontrar que tanto individualmente como colectivamente a través de agrupaciones, se desarrolla todo tipo de iniciativas.

Además de las donaciones de sangre, mediante las cuales se abren los casales al servicio del Centro de Transfusiones, que se convirtieron en tiempos de pandemia en todo un símbolo de esa cualidad fallera, las iniciativas son de todo tipo. Fundamentalmente, grandes donaciones de alimentos y productos de limpieza. Desde la cáritas parroquial de turno a Casa CAridad o a Ucrania, nuevo receptor de estas donaciones. Mercadillos o jornadas de eventos a beneficio de determinadas asociaciones también son habituales. Lo mismo, como más reciente, que la participación masiva en la campaña de tejer un manto de la Virgen de los Desamparados, para la que es necesario una aportación económica para fines sociales.

No pocas veces se ha teorizado que si todas las comisiones centraran sus esfuerzos en una sola actividad solidaria, ésta tendría una visibilidad espectacular, mucho mayor que las actuales, que son muchas, pero muy dispersas. Pero el carácter individualista dela propia fiesta lo complica. Cada falla quiere firmar su propia solidaridad.

En este contexto, cabría considerar la acción "Comer no puede ser un lujo" como una de las que más significado tienen de cuantas se han realizado a lo largo del ejercicio. Es una recogida de alimentos para personas necesitadas de parte de una de las comisiones más necesitadas que tiene el censo fallero. Dar de comer de parte de quien más hambre tiene. No las personas, obviamente, sino la comisión, si ésta tuviera vida propia.

Los falleros han llenado una mesa con alimentos de primera necesidad

Los falleros han llenado una mesa con alimentos de primera necesidad / German Caballero

#salvempintordomingo

Ha sido la de Pintor Domingo-Guillem de Castro, una de esas comisiones de la zona del Pilar-Sant Francesc que, atrapada en la propia evolución del barrio, lucha por su supervivencia casi con el gancho, pero que arrastra tras de sí la historia de la ciudad: 138 años de historia la contemplan desde la primera referencia que hay de la misma. Es una comisión dentro de ese grupo zonal que han sufrido o sufren precariedad. Que se han visto amenazadas de disolución y que todavía la sufren o que han conseguido remontar a base de porfía.

Pintor Domingo atraviesa un momento muy complicado, es verdad -incluyendo el traslado de la falla a causa de las obras. De pocos que son que sus hastags en redes sociales son #salvempintordomingo y #amuntpintordomingo. Y que a pesar de ello no dejan de proponer. Este año, por ejemplo, han recuperado el homenaje a la "Madre Mayor", que empezó a celebrarse hace medio siglo.

Este año, no teniendo falleras mayores, han decido abrir el casal para "hacer falla" en forma de recogida de alimentos de primera necesidad para el Banco de Alimentos. Finalmente, la cantidad recogida son 145 kilos, una cifra seguramente modesta si se compara con otras campañas, pero más que estimable habida cuenta la propia modestia de quien convocaba. Una acción, al fin y al cabo, que les ha valido merecer la admiración general.