Esta es la receta original de los buñuelos de calabaza valencianos

Este dulce se come acompañado de chocolate caliente durante las Fallas

Buñuelos de calabaza en una imagen de archivo

Buñuelos de calabaza en una imagen de archivo / VIRGINIA JARENO

Las Fallas están llenas de tradición, y una de ellas es la famosa xocolatà. Las churrerías ya llenan las calles de luz y olor a dulce y frito, y algunas ya forman colas para comer, por fin, los manjares tan típicos de esta fiesta.

Uno de estos manjares, el más valenciano, con permiso de los churros y las porras, son los buñuelos. Este dulce de calabaza agrada hasta a los paladares más exquisitos. A pesar de lo laborioso que puede parecer, su preparación es muy sencilla.

Receta de buñuelos de calabaza

Si queremos preparar una docena de buñuelos necesitaremos:

  • 500 gramos de calabaza cocida
  • Medio vaso de agua (de la cocción)
  • 250 gramos de harina de trigo
  • 25 gramos de levadura fresca de panadería
  • Aceite
  • Azúcar

Paso 1: En primer lugar, debemos asar la calabaza. La colocaremos partida por la mitad en el horno a 180 grados durante algo más de una hora, sin quitarle el ojo para que no se queme. Una vez está asada, le retiramos la piel y las pepitas y dejamos la pulpa a enfriar.

Paso 2: Colocamos la calabaza ya asada y fría en un bol y la machacamos con un mortero hasta que quede hecha puré. A continuación añadiremos la levadura y un poco de harina. También el medio vaso de agua de la cocción. Mezclamos todo hasta que quede una masa homogénea y se haya mezclado bien la levadura. Entonces la dejaremos reposar media hora tapada con un paño o con film, hasta que triplique su tamaño.

Paso 3: En una olla grande, calentamos aceite. Cuando la masa esté lista, la cortamos por porciones de aproximadamente una cucharada sopera y, con los dedos, le hacemos un agujero a cada porción. Vamos friéndolas a fuego medio para que no se quemen. Es recomendable mojarse las manos o cubrirlas de harina para que la masa no se pegue.

Paso 4: Para freír los buñuelos deberemos controlar que no se quemen y, al poco tiempo, darles la vuelta con ayuda de una pala para que se doren por los dos lados. En este momento los sacaremos del aceite y los colocaremos sobre un papel absorbente.

Paso 5: Espolvoreamos por encima el azúcar y ¡listos para mojar en chocolate!