Consejos para disfrutar de la mascletà sin riesgo para los oídos

Las fallas son unos días en los que el oído está expuesto a un alto nivel de intensidad sonora | Los expertos aconsejan tomar precauciones ante las ‘mascletades’, los petardos y los castillos

Los expertos en audología del hospital IMED recomiendan tomar precaución frente a la mascletà.

Los expertos en audología del hospital IMED recomiendan tomar precaución frente a la mascletà. / EDUARDO RIPOLL

Sara Rodríguez

La pólvora es uno de los elementos esenciales de las fallas; unas fiestas que atraen a miles de turistas cada año. En este 2023, se espera que la afluencia de personas sea aún mayor porque el 19 de marzo cae en domingo y, además, la Comunidad de Madrid ha declarado el lunes, 20 de marzo, como festivo. Así que las previsiones apuntan a que la llegada de turistas será mucho mayor que en los últimos años. 

La cita con la pólvora se produce diariamente en la plaza del Ayuntamiento, con el disparo de la mascletà; un evento en el que se explosionan cerca de 120 kilos de material pirotécnico. Un festejo multitudinario que, sin embargo, puede ser perjudicial para la salud auditiva. Más aún si se produce de forma reiterada como en fallas, unas fiestas con un alto nivel de intensidad sonora. 

Para poder disfrutar del disparo sin riesgo para la audición, Levante-EMV ha contactado con el jefe de servicio de la Unidad de Otorrinolaringología del hospital IMED Valencia, el doctor Rafael Ramírez, quien da una serie de consejos para poder asistir a la mascletà – y otros disparos – cuidando el oído.

Riesgos auditivos derivados de la mascletà

Antes de abordar directamente los efectos negativos de la mascletà en sí, hay que tener en cuenta que el ruido es un fenómeno físico que puede producir alteraciones en los oídos pero, también, en otros órganos. 

Según el Dr. Ramírez, las dolencias o patologías auditivas más comunes son: 

  • Alteraciones en el tímpano. Una de las más recurrentes es la rotura de esta membrana.
  • Alteraciones en el oído interno
  • Pérdida de audición
  • Acúfenos,   percepción de ruido en los oídos o en la cabeza sin que exista una fuente exterior de sonido.
  • Cuadros de desequilibrio y vértigos
La mascletà puede generar patologías auditivas como pérdidas de audición, rotura del tímpano o acúfenos.

La mascletà puede generar patologías auditivas como pérdidas de audición, rotura del tímpano o acúfenos. / Vicente A.Jimenez

Son muchos los factores que pueden provocar estas patologías, pero el Dr. Rafael Ramírez remarca, principalmente, dos: “La intensidad del sonido que normalmente la medimos en decibelios y el tiempo de exposición al ruido”.

A partir de cuántos decibelios comienza el riesgo

La intensidad se mide en decibelios, por lo que los expertos en audiología establecen varios parámetros de intensidad. “Los sonidos por debajo de los 85 decibelios podemos considerarlos seguros pero, a partir de esa intensidad, se pueden producir daños”, explica el Dr. Ramírez. 

Una de las claves es la persistencia. Por ejemplo, una exposición continuada -durante más de ocho horas- a un ruido de 85 dB puede provocar lesiones. Este periodo de tiempo recomendado se reduce si se incrementa el número de decibelios. Según explica el jefe de la Unidad de Otorrinolaringología del hospital IMED, “conforme sube la intensidad, cada 5 dB, el tiempo de exposición que toleramos se va reduciendo a la mitad”. Así, si la intensidad supera los 90 dB, el tiempo máximo de exposición sin riesgo es de cuatro horas; a 95 dB, dos horas; a 100 dB, una hora…

La intensidad del sonido durante la mascletà puede llegar a los 180 decibelios.

La intensidad del sonido durante la mascletà puede llegar a los 180 decibelios. / ED

Pero, ¿cuántos decibelios se alcanzan durante la mascletà? “Lo normal es que la intensidad crezca hasta los 170 o 180 decibelios, aproximadamente -, expone el Dr. Ramírez-. Esta intensidad produce lesiones inmediatas en el oído”. 

Mascletà 5 de marzo de 2023 - Pirotecnia la Alpujarreña

Levante-EMV

Una forma de reducir el riesgo es “aumentar la distancia al foco del sonido”, explica el doctor. ¿A partir de qué distancia es seguro? En principio, el experto recomienda entre 15 y 20 metros “para el tiempo que dura una mascletà”, es decir, entre cinco y siete minutos. Sin embargo, en el caso de los niños y niñas, la distancia debería ser mayor, de entre 50 y 60 metros, porque tienen “un conducto auditivo más estrecho” por lo que “la intensidad de riesgo se reduce unos 20 dB”. 

Precauciones para los oídos

El espacio físico no es sólo el único método de prevención auditiva contra la mascletà; existen , como los EPIs de protección, los tapones de algodón o el repetido consejo -cosas del boca a boca- de abrir la boca. 

Los EPIs, como los tapones o los cascos de protección, “pueden amortiguar la  intensidad hasta reducirla a los 70 decibelios; es la que se produce, más o menos, en una conversación humana”. 

Por otro lado, los tapones de algodón o cubrirse los oídos con las manos (no introducir los dedos en los orificios auditivos) pueden reducir la intensidad entre 15 y 20 decibelios. Si son tapones de silicona o cascos, la reducción puede alcanzar los 40 decibelios. 

¿Abrir la boca es, realmente, efectivo? “No hay ningún estudio que diga que es útil pero, desde un punto de vista del funcionamiento del oído podría tener su utilidad”, reconoce el Dr. Ramírez. Para el experto, puede ser mucho más efectivo deglutir o masticar porque “permite que la presión dentro del oído sea la misma que en la parte externa, por lo que se reduce la posibilidad de lesiones”. 

Los EPI’s, tapones u otras técnicas pueden reducir el riesgo durante la mascletà.

Los EPI’s, tapones u otras técnicas pueden reducir el riesgo durante la mascletà. / EDUARDO RIPOLL

Ante la semana grande de fallas, el doctor Rafael Ramírez concluye que el límite entre la libertad y la seguridad se debe basar en los conocimientos sobre el riesgo. Y reconoce: “es posible que sea menos emocionante guardar una distancia segura y utilizar protección”, aunque permitirá que, en el largo plazo, “se pueda sentir durante más tiempo y, sobre todo, nos repercutirá en una mejor comunicación en el futuro”. 

Antes de despedirse de Levante-EMV confiesa el lema de su camiseta preferida: “La pólvora només per a la festa”. ¡Felices Fallas!