Los falleros de l'Antiga de Campanar sufrieron un susto más que importante en los instantes previos a la salida en la Ofrenda. El grupo de la comisión estaba esperando en la plaza de San Agustín cuando le fueron lanzados dos cohetes borrachos. El artefacto pirotécnico impactó en dos de las falleras, provocando la quemadura de un traje, un pañolón que quedó literalmente destruido y, en medio del susto general, una fallera se fue al suelo.
La Policía Local, que se encontraba en las inmediaciones al tratarse de un punto importante de la organización del acto, pudo detener a uno de los autores de la gamberrada.
La comisión se encontraba en la zona para desfilar en el remate final de la Ofrenda, al ser la comisión de la fallera mayor de València, Laura Mengó, y que cuentan con esa prerrogativa.
"Sin pensar en lo que podía haber pasado"
Al acabar el acto, miembros de la comisión no ocultaban su contrariedad por la sinrazón de la acción, que podía haber tenido consecuencias mucho peores, puesto que, como es natural, los falleros no llevaban ningún tipo de protección y se encontraban en gran número. "Ha sido una gamberrada porque sí, porque les ha apetecido hacerlo sin pensar lo que podía haber pasado".