Una "cremà" con más de 100 fallas de riesgo y 243 bomberos

En el operativo colaborarán profesionales de Alicante, Castelló y Madrid

Cremà de la falla Convento Jerusalén del año pasado.  | LEVANTE-EMV

Cremà de la falla Convento Jerusalén del año pasado. | LEVANTE-EMV / hortensia garcía. valència

La ciudad se prepara para una «nit de la cremà» más multitudinaria que nunca al caer en un día festivo. A lo largo de esta noche, arderán en toda la ciudad más de 600 fallas (entre grandes y pequeñas). Se trata de un espectáculo de fuego que obliga al Ayuntamiento de València a organizar un complicado operativo de Bomberos, Policía Local y Protección Civil. Este año un total de 243 bomberos estarán en la calle para controlar la combustión de los monumentos, una cifra similar a la del año pasado, cuando la lluvia dificultó el encendido. Algo que no ocurrirá este año, en el que el buen tiempo ha acompañado unas fiestas falleras históricas, en las que ha destacado la gran cantidad de visitantes y turistas.

El encendido de las fallas arrancará a las 22 horas y concluirá a las 23 h. con la «cremà» de la falla municipal. Los bomberos vigilarán de cerca la combustión de 106 fallas consideradas de riesgo por ubicarse en plazas pequeñas, como es el caso del Pilar, o por tratarse de fallas muy altas, con arbolado o monumentos cercanos o con remates complicados como la de Convento Jerusalén. Para proteger los edificios cercanos al fuego se instalan lonas ignífugas. Los bomberos se emplean a fondo para refrescar con las mangueras de agua los edificios cercanos y evitar daños.

Las 352 fallas grandes repartidas por toda la ciudad arderán de manera escalonada, de modo que los bomberos puedan dar abasto. Empezarán a quemarse a las 22 horas y las últimas se prenderán a la 1 de la madrugada.

La municipal, la última

Como marca la tradición, la falla de la plaza del Ayuntamiento, la «oficial», será la última de su categoría en arder a las 23 horas. Un poco antes lo hará la ganadora de la sección de Especial de este año, Exposición-Micer Mascó , que se quemará a las 22.30 horas.

Durante la pandemia el ayuntamiento decidió adelantar la «cremà» a las 22 horas, algo que se considera un gran acierto porque permite concluir antes el operativo especial y, este año, conciliar, ya que el lunes es laboral. Los bomberos no pueden irse hasta que no se termina de quemar la última falla y había años que acababan a las 5 de la madrugada, lo que a su vez complicaba las labores de limpieza posteriores para que al día siguiente todo esté como si no hubiera pasado nada. Con el nuevo horario la previsión es acabar de quemar las fallas entre la 1 y las 2 de la madrugada.

Del operativo de bomberos forman parte 78 vehículos y han sido invitados a participar en la «cremà» bomberos del Consorcio de Alicante, de Castelló y de Madrid.

"Las horas sin petardos no se han respetado"

A pocas horas de terminar una de las Fallas más históricas y multitudinarias, el alcalde de València, Joan Ribó, ha destacado el buen funcionamiento de las novedades introducidas este año durante las fiestas. En este sentido, ha hecho referencia al festival de la Alameda, que se ha desarrollado, en sus palabras, «de forma muy pacifica y tranquila», a pesar de la preocupación existente por cuestiones de seguridad. Durante dos días, miles de personas disfrutaron de varios grupos de música, entre los que destacó la banda valenciana Zoo, que tuvo una gran acogida entre el público de diferentes edades. El primer edil también ha recalcado que el cambio de ubicación de los castillos de fuegos artificiales ha sido un gran acierto. Los disparos nocturnos se han realizado junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en un horario adelantado, lo cual ha tenido una gran aceptación. En este sentido, el concejal de Cultura Festiva ya reconoció hace unos días que el emplazamiento «ha venido para quedarse». No obstante, Ribó ha recalcado que todavía hay que mejorar algunos aspectos de la fiesta como el horario de uso de los petardos entre los falleros. Concretamente, el consistorio recomendaba este año no utilizar material pirotécnico entre las 15 h y las 17 h para respetar el descanso de personas y animales. Sin embargo, en palabras de Ribó, le gustaría que estas horas en las que no hubiera petardos en la ciudad se establecieran de una forma más seria, ya que no se ha cumplido completamente con la recomendación. Por ello, ha avanzado que en el futuro intentará que esta cuestión pase a ser «algo más serio».