El "ninot" de la monja y el consolador cobra vida

La presidenta de Barrio de San Isidro rememora una de las figuras más famosas de la historia de la fiesta

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Una simple fiesta de casal permitió revivir uno de los episodios más peculiares de la historia reciente de la fiesta. Algo que no pasa de ser una fiesta entre falleros permite, gracias a su visibilización, rememorar un hecho que, incluso a estas alturas, parece plenamente superado, pero que quizá todavía daría que hablar. 

Días atrás, la comisión del Barrio de San Isidro organizó una fiesta temática con motivo de las fiestas del barrio. En este caso, bajo el lema "Como un Muñeco de Falla" (parafraseando la mítica canción de El Titi). Los falleros debían disfrazarse de ninot o de remate de las fallas plantadas en la demarcación. Con razón doble porque se están viviendo los primeros actos del cincuentenario. Y aunque en el casal se dieron cita, por ello, tipos de toda suerte, la que hizo saltar la banca fue la propia presidenta, que apareció vestida de monja con un cirio en la mano

¿A qué represnetaba? Pues a uno de los ninots que más han dado que hablar en la, como queda dicho, historia reciente de la fiesta. Y para ello, hay que remontarse a hace 17 años. En aquella ocasión, la Exposición del Ninot se veía sorprendida por la llegada del grupo de la comisión. El artista Toni Fornes llevaba años (y así continuaría) presentando "ninots" muy llamativos a la muestra. En esta ocasión fueron tres monjas, que mostraban tres expresiones muy diferentes entre sí ante la vista de un consolador. «La novicia, que desconoce de qué va eso, pone cara de sorpresa y la madre superiora está enfadada y la del medio sonríe porque estas dos sí que saben lo que es» explicaba entonces el artista. 

Obligados a retirarlo por "indecoroso"

Pues bien, en aquella JCF de 2006 no había lugar a ello y se obligó al artista a retirar o cambiar el artilugio sexual. Fornes y la comisión no quisieron tensionar el tema y lo tuvieron que sustituir por un cirio. Aunque el propio artista explicaba, con razón, que con el cambio, la figura perdía toda su potencia narrativa. 

En aquel momento cobró más fuerza que nunca una frase de las bases de la Exposición, en la que se aseguraba que no se admitirían figuras que pudieran considerarse "indecorosas", y que normalmente pasaba desapercibida. 

Pero el efecto, obviamente, fue el contrario. Las monjas se conviertieron en la gran estrella de la muestra. No se hablaba de otra figura. 

Una fotografía mítica

Pero hay más: si mítica fue la figura, más mítica fue otra imagen. La de la inauguración, captada por Marga Ferrer para Levante-EMV, en la que el entonces vicepresidente de festejos, Ximo Muñoz se ponía delante de la figura durante la visita de las autoridades para que no se detuviera en ella ni la alcaldesa Rita Barberá ni las falleras mayores -la infantil era la ahora concejala de nuevo cuño Nuria Llopis-. Puede verse en la galería que acompaña a esta información.

El tema tuvo su debate política porque el PSPV protestó airadamente al considerarlo un atentado a la libertad de creación, tildando a equipo de Rita Barberá de "inquisodores". El entonces hombre fuerte de las fallas en el PSOE, el recordado Franciso Carsí, aseguraba que "Barberá intenta introducir en el mundo de las Fallas los criterior morales y políticos de su partido, algo impensable en Democracia". Mientras que el edil de Fiestas, Félix Crespo, replicaba que "el PSOE es el prtido que le importa dar lecciones de moralidad cunado no los pueden dar después de beneficiarse de polémicas basadas en la mentira constante". 

Toni Fornes seguía sin entender el motivo de la censura. «No entiendo donde empieza y donde acaba la censura. En esta misma exposición he visto figuras que tienen penes en la mano, un par en la que se está esnifando cocaína, uno que se ha arrancado los testículos... y eso sí que se admite. Además, en ningún lugar se está haciendo crítica o burla de la religión. He recibido la solidaridad de innumerables compañeros, incluyendo algunos que han realizado escenas más o menos fuertes. Y también de miembros de la propia Junta, que no entienden que se me obliga a modificarla».

"Interpretación equivocada"

El entonces presidente de la comisión, Vicente Alventosa, aseguraba que los responsables de la JCF "se equivocan en la interpretación. Pero no queremos un lío que no hemos buscado. Aunque el mensaje ahora no sólo queda desvirtuado, sino que incluso con un cirio puede dar más que pensar, es mejor que se quede como está. Más aún, quiero que quede muy claro que no ha habido intención alguna de mofarse de la iglesia. Este barrio es como un pequeño pueblo y tenemos una relación muy buena con la parroquia. Tampoco nos parece nada bien que este tema se haya convertido en excusa para enzarzarse los políticos. Y también respaldamos a nuestro artista, que sabemos que no ha obrado con ganas de burla. Toni es un artista que arriesga, pero que da chispa y vidilla a la exposición, como hemos visto muchos años».

Una recogida "sui generis"

Aún quedaba un último episodio, el más fallero de todos: la tarde del 15 de marzo, un montón de monjas y "monjos" acudieron a llevarse el ninot. Eran los falleros de la comisión, que organizaron su particular mascarada para llevarse la figura. Al día siguiente, "Esos locos cacharros... ¿Pa qué serán?" se llevó un noveno premio en la Sección Segunda B. 

Teóricamente, se ha ido avanzando en la libertad de expresión de los "ninots", pero las polémicas pueden ser recurrentes. No hace tanto tiempo, hace cinco años, aún hubo que retocar un ninot que representaba al concejal Pere Fuset como San Vicente Ferrer (con el gesto de hacer "una peineta") después de la protesta del colectivo vicentino. O el indulto forzoso que tuvo que hacer en 2022 la falla Duque de Gaeta retirando algunos elementos evocadores de la fe musulmana. 

Logo del cincuentenario de la comisión, que se celebrará en 2024

Logo del cincuentenario de la comisión, que se celebrará en 2024

Una comisión en plena forma

El tiempo ha pasado y la falla del Barrio de San Isidro está en plena forma. Llega al cincuentenario después de haber firmado un ejercicio excepcional, con victoria en la Sección Segunda A de la mano de Vicente Herrando y con una calidad en los concursos oficiales que la dejó en segunda posición del premio de Levante-EMV a la mejor comisión del año, superada tan sólo por Duque de Gaeta.

Muchos años después, una de las "monjas" resucitó en forma de ninot viviente.