Acabó la fiesta de la Fonteta. Este lunes la actividad de las candidatas vuelve con el turno de entrevista y la reanudación de las pruebas con el jurado, así como la presentación oficial de los responsables de la Junta Central Fallera a todas ellas. Que este año no se haya tenido que retrasar la elección permite que el proceso, desde que empezaron las pruebas hasta que acaben, haya sido en menos de un mes, puesto que la primera reunión fue el 13 de septiembre y la lectura de los dos sobres será el 10 de octubre.
Lo mejor de la noche -porque los veredictos, al fin y al cabo, van por barrios- fue la rapidez de un acto que lo que más se quiere de él es que acabe. Había obsesión por reducirlo y, en ese sentido, se consiguió incluso por encima de las expectativas. Se redujeron los números musicales y, a cambio, en los que hubo se llenó el escenario de figurantes. También hubo mucho cuidado en acomodar al público para no eternizar el acceso. Eso permitió que la fiesta empezara exactamente a la hora prevista y que durara, desde la aparición de la primera bailarina al nombramiento de Ana Miralles -la última de las 26-, dos horas y 55 minutos. Un esfuerzo organizativo por parte de la nueva JCF, sin duda, y con muy buen resultado.
Otra cosa es que se aborde o que no, el drama emocional que supone una noche en el que, junto a 26 alegrías, hay 120 frustraciones. Un porcentaje que no hace de la noche de Fonteta precisamente un acto más gozoso.
Y a esa rapidez también contribuyeron las dos falleras mayores, que dijeron exactamente lo que había que decir y ahorraron más de veinte minutos de discurso sin reducir la emotividad. Es muy difícil darle totalmente la vuelta al calcetín del discurso -no puede dejar de agradecer, de hablar de las comisiones, de la corte...- pero aunque merezcan ser recordados tantas personas que forman parte de su año, el público está en otras cosas. Para eso, se recuerda, está el acto de despedida íntimo que se celebrará dentro de unos días.
Las candidatas vuelven a ser "senyoretes". Vuelven a ser "mujeres solteras" lo sean o no porque entre las 73, las haya casadas o emparejadas y entre las elegidas no haya casadas legalmente, pero sí de hecho. En los últimos años se había cambiado esa rancia denominación por otra más acorde con la realidad: "candidatas". Ahora ya se da por hecho que todas son mujeres solteras. Podía ser peor: podían haberlas denominado "grasioses senyoretes". O "polides donzelles". Que así se decía a mediados de los noventa en las exaltaciones, aunque parezca increíble.
¡Francisco está de vuelta! Tal como era de esperar, el cantante se incorpora a la Banda Sonora de la fiesta: desde hacía años, la interpretación del himno al acabar el acto se hacía con una versión instrumental. En esta ocasión ha sido con su voz a cargo de los "lyrics"
La alcaldesa, María José Catalá, acudió a presenciar el acto. Recibió a Laura, Paula y las cortes a pie de calle el empezar y al acabar felicitó una a una a todas las elegidas.
Hay afirmaciones que, por generalizar, se convierten en imprudentes: "es que siempre salen hijas de falleras mayores y cortes". Ha salido, efectivamente, la hija de Lola Flor, fallera mayor de València 2000. Pero hasta siete hijas de cortesanas se han quedado en el camino.
"Es que siempre salen las que han sido corte infantil". Ha salido, efectivamente, María Estela Arlandis, que fue corte infantil en 2012. Pero hasta cinco candidatas mayores que fueron corte infantil en su día se han quedado en el camino.
La Avenida del Oeste toma oxígeno para continuar en la primera posición. El nombramiento de Eva Harto les permite alcanzar su cortesana número 15 -dentro del proceso totalmente electivo, desde 1980-. Hacía ya años que no conseguían un puesto y Conde Salvatierra viene "desatado": el doblete de este año, unido al de 2022, les encarama ya a 14 electas.
También vuelve a sumar, tras unos pocos años de ausencia, Rubén Darío-Fray Luis Colomer, una auténtica cantera cortesana que, sin ser una comisión que sea "centro de poder", es una auténtica gotita que, cada cierto tiempo, consigue el éxito. El encanto de las comisiones modestas.
Tres comisiones han conseguido doblete: Dr. Gil y Morte-Dr. Vila Barberá, Gayano Lluch y Conde Salvatierra. Esta última, como queda dicho, ya hizo doblete en 2022 con Valentina Ravello y Paloma Eroles.
Se estrenan, por contra, Borrull-Turia y Poeta Emilio Baró. En el caso de la primera, con la niña que, seguramente, más llevará de cabeza a los locutores: Gabriella Giannatasio dell'Isola Herrero, donde salta a la vista que su padre es italiano. En concreto, de la zona de Pompeya, y donde la niña ahora también pondrá en valor al fiesta.
En tres casas ya conocen los pormenores del cargo porque ya tuvieron otra hija en lo más alto: las de Carla Estornell, Rocío Bonal y Lucía Santarrufina. Curiosamente, las dos primeras, infantiles, con una hermana en infantiles (Marta Estornell en 2018, y aún entre ambas hubo otra Sofía, que no salió y Macarena Bonal en 2012) y la mayor, con una hermana en mayor (Paula Santarrufina en 2019)
Hay un apartado, dentro de la cuestión fallera, con el epígrafe "Si esto llega a hacerlo Pere...". Con todo lo que se ha dicho en anteriores ocasiones con la simbología, las banderas europea, española, la senyera y la de la JCF que en otros momentos eran cuestión de honor, en esta ocasión no aparecieron. Y eso que había dos zonas de atriles. Y no es que hagan mucha falta -la institucionalidad se supone sin necesidad de banderas- pero hubo un tiempo en que era sacrílego. Bueno, en este caso, si llega a hacerlo Galiana, también habría sido un escándalo.