Las Fallas contienen la respiración: ¿cuántos talleres están afectados? El de l'Antiga está inundado

Cientos de monumentos se realizan en talleres ubicados en las zonas afectadas

Numerosos artistas no han podido acceder aún a las naves para conocer los daños

Falla de l'Antiga en el taller de Josué Beitia

Falla de l'Antiga en el taller de Josué Beitia / J. B.

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El mundo de las Fallas vive en absoluta inquietud. La Dana y su rastro de destrucción ha afectado a poblaciones que son, en este momento, el epicentro de la construcción de monumentos. Y las imágenes de polígonos industriales arrasados son lo menos parecido a tranquilizadoras.

Sobre todo, además, porque la elaboración de fallas es, tal como aseguraba el Maestro Mayor, Paco Pellicer, «extremadamente difícil de gestionar. Imaginemos que hay una falla con desperfectos. ¿Cómo se afronta reconstruirlo? ¿Quien garantiza al artista o a la comisión que recuperarán el dinero?». El Gremio de Artistas Falleros ha habilitado una línea de comunicación para notificar desperfectos «pero tenemos el problema de que los compañeros no han conseguido todavía a muchos de sus talleres. De momento tenemos notificaciones, pero son de daños menores, pero no es indicativo de nada hasta que no se pueda acceder y evaluar». Algo en lo que también incide el secretario general de la Junta Central Fallera, Nico Garcés, quien se muestra especialmente preocupado «porque no sabemos el daño que se puede haber generado. Y no para estas fallas, sino para futuro».

Dentro de esa incertidumbre, los talleres de Aldaia, Sedaví, Benetússer o Alfafar son de los que más preocupan.

Aspecto desolador del taller de Josué Beitia

Aspecto desolador del taller de Josué Beitia / J. B.

El relato, en estos momentos, más inquietante, es el de l’Antiga de Campanar. Josué Beitia tiene el taller en plena zona cero. Lo que ha trasladado al presidente, Rafa Mengó, es altamente inquietante. «Nos ha contado que tuvo que resguardarse en la parte superior del taller después de haber salvado lo que ha podido. Pero que, una vez arriba, ha visto pasar absolutamente de todo. Le ha desaparecido el coche de la entrada, después otros automóviles han reventado las puertas y le han entrado. Y con ellos, una tromba de agua...». La falla de l’Antiga, ganadora del primer premio de la Sección Especial el pasado año, era una de las más retrasadas en la construcción de ese taller junto con dos muy competitivas de juntas locales -la norma es dejar las más caras para el tramo final del ejercicio-, pero ya había fallas completas y mucho material hecho de esta última tanda. «Pero es que, además, no es sólo lo que hayas perdido de material de falla, sino también la maquinaria». Al cierre de esta edición, la comisión había perdido la comunicación con el artista «pero estaba extremadamente afectado», porque «no sólo es volver a hacer las fallas, sino cómo hacerlas y con qué recursos. Nos contó como veía salir ninots por la puerta».

Así se ve el taller de Josué Beitia

Así se ve el taller de Josué Beitia / J. B.

Aspecto a la entrada del taller

Aspecto a la entrada del taller / J. P.

«Mejor no mirar abajo»

Sólo cuando pueda llevarse a cabo una evaluación completa se sabrá el alcance de lo sucedido en su taller. «Lo último que hemos sabido es que ya está en casa, pero nada más». 

No es el único artista que estaba en el puesto de trabajo cuando llegó la riada. Y todos tienen el problema añadido de la incomunicación. Miriam García Sandemetrio, por ejemplo, sí que ha tenido tiempo de mandar un mensaje: «No funcionan los teléfonos. Para nuestra gente deciros que estamos bien. Seguimos en el taller, en la tarde de arriba. La parte de abajo mejor no mirarla». Lo que da idea del posible deterioro de las fallas infantiles que guardaba en su taller.

A Paco Giner le voló el techo

Otro relato no menos estremecedor es el que tiene a Paco Giner, artista de Almirante Cadarso-Conde Altea. Según uno de los presidentes, José Montalvá, «no le ha pillado lluvia, sino el tornado de Benifaió. Cuando las cosas se estaban poniendo feas se marchó al taller a tratar de poner las cosas a salvo. Lo que nos ha contado es que estando allí le ha volado el techo, se le ha abierto la puerta y que hasta ha visto la falla dar un salto». Ahora falta por evaluar la afectación al taller -también planta otra falla no menos importante, como es Grabador Esteve y varias más- «pero nos ha dicho que se ha puesto a taparlo todo: falla y maquinaria, a la espera de que puedan ponerle un techo nuevo y que no le llueva demasiado».

Peor es la incertidumbre. La que tiene Vicente Herrando, por ejemplo, que tiene el taller en un polígono de l’Horta Sud. «El propietario de mi taller me ha mandado un vídeo de una nave que hay justo en frente y sólo viendo eso ya estoy destrozado. Dudo mucho que en mi taller no haya entrado un metro de agua» asegura visiblemente emocionado.

Pedro Santaeulalia no podía todavía acceder a su taller en Benetússer, donde hace la falla Sueca-Literato Azorín, mientras que otras participantes en la Sección Especial sí que comunicaban que se habían librado sin problemas. Pero no se trata sólo de las de máxima categoría. En estos momentos, la incertidumbre es a la totalidad: a cientos de fallas de cualquier sección que se hagan a lo largo de las zonas afectadas. Un presidente mostraba su inquietud a Levante-EMV: «nuestro artista infantil tiene el taller cerca de Bonaire. Con eso que te diga...».

Paco Pellicer recordaba que «es importante documentar bien los daños» y sobre todo, esperaba que «en caso de que haya daños importantes, se pueda actuar rápidamente. Pero, a la vez, tener cabeza fría a la hora de saber qué podemos encontrarnos el próximo mes de marzo».

Suspendida la actividad de la JCF y de las comisiones

Mientras, la Junta Central Fallera ha suspendido hasta el lunes toda su actividad oficial, así como la agenda de las falleras mayores y cortes, algo a lo que se han sumado las comisiones de falla, anulando todos los actos protocolarios y fiestas, como las de Halloween, que estaban previstas para las próximas horas.

Algunas comisiones han anunciado que recogerán ropa y alimentos para los necesitados y entre las iniciativas está la de la falla San Marcelino, que ofrece también su casal -ubicado muy cerca de la zona cero de La Torre- para tomar bebidas calientes y recargar teléfonos. O como el de Francisco Climent-Uruguay, que ha acogido a una familia que estuvo atrapada en el centro MN4.

Anuncio en la fala San Marcelino

Anuncio en la fala San Marcelino / rlv

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