Epígrafe

"Arden" los talleres a dos meses de la "plantà"

Los artistas afectados por la dana trabajan contrarreloj limpiando sus equipos y recuperando el tiempo perdido

Así ha cambiado el taller de Josué Beitia dos meses y medio después de la dana

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El «hasta aquí llegó la riada» se sigue contemplando en los talleres falleros que sufrieron, hace ya dos meses y una semana, los rigores de la dana. Son rayas perfectamente rectas en la parte alta de unas naves que, ahora mismo, se encuentran en un centro geométrico: aquello ocurrió hace dos meses y ahora faltan otros dos meses para que salgan a la calle. A estas alturas, en el mes de marzo, las más grandes empezarán a verse en los barrios -algunas habrán empezado incluso ya a enderezarse- y otras estarán a punto de salir, definitivamente, de los talleres.

Atrás habrá pasado un proceso de reconstrucción que es uno de los grandes episodios que ha generado la gran inundación de la provincia de València pero que, a la vez, es una fuente de problemas para sus protagonistas.

Con fecha de entrega

Porque las fallas eran, son, un producto cuya recuperación tenía fecha señalada para poder cumplir el objetivo. Muchos otros comercios tenía el límite que se automarcaba el empresario en cuanto a si era viable o no. En las Fallas, además de constatar o no la viabilidad, hay que entregar el «pedido» en una determinada fecha.

En ello están los artistas y la sensación general es que lo lograrán. Quizá falte algún ninot, pero lo que se antoja seguro es que, si algo tiene que perderse, será el margen de beneficio, normalmente limitado y ahora aún más, que desearían.

La fotografía actual en cualquiera de estos talleres es parecida: naves en las que se notan los desperfectos, fallas a las que aún les falta un arreón, pero en las que el color ya ha entrado y detalles que recuerdan que hay algo inusual. En lo malo, manchas de humedad y de barro, dependencias pendientes de restaurar. En lo bueno, puertas nuevas y maquinaria impoluta. Aspectos que no tienen nada que ver con los que había el 1 de noviembre, cuando pudieron acceder a los mismos y encontraron un aspecto por encima de dantesco, con fallas destrozadas -si no habían salido nadando- paredes rotas, automóviles en el interior, maquinaria llena de barro, archivos, equipos informáticos... escenas que perdurarán en la galería de la gran pesadilla que ha supuesto la dana.

Pero uno de los aspectos que más llaman la atención es la capacidad para presentarse con prácticamente todo tal como estaba previsto. Con muy pocas excepciones y no por falta de medios, sino por querer hacer las cosas bien. Este es el caso de Miriam García y Aras de Alpuente-Castell de Pop, que han decidido guardar la falla infantil prevista para este año «porque es un proyecto muy bonito, que quiero hacer bien, sin prisas» y a cambio plantará otro «que tengo más dominado». Lo comunicaron a la JCF y, tal como aseguran en el organismo fallero, no hay más modificaciones sobre lo previsto inicialmente. Y más allá de ese ninot que falte en ésta o aquella falla, ahora mismo no hay más modificaciones sobre el proyecto inicial, que no se haya comunicado, pero la única otra incidencia es «un cambio de una falla grande, que el artista ha aducido baja por enfermedad y que hará la comisión».

«Pagaría por no estar así»

Los talleres sufrieron el envite del agua y el lodo como cualquier otra planta baja. Desde entonces, el ritmo vital ha cambiado sobre lo que era la rutina de taller. Primero, retirar agua y lodo. Y después, iniciar la reconstrucción, mientras que, a la vez, se preparaban y gestionaban tanto los trámites con los seguros como con las entidades que han dado subvenciones. «Pero no nos equivoquemos. Aunque ahora veas herramientas nuevas, esto no tiene nada de positivo. Yo pagaría por estar como estaba», asegura Pedro Santaeulalia. Demasiado veterano como para no saber que queda mucho por hacer y no sólo plantar sus dos fallas, la de Sueca-Literato Azorín y la de Turís. «El problema no es la falla en sí, sino el daño del taller. Tienes que reponerlo todo: falla, equipo y maquinaria. E irás pagando como sea. El dinero va entrando para todo». Lo que se dice tapar agujeros, que en este caso también eran físicos.

Cada negocio destruido tiene su parte de daños. En este caso, aparte de la falla, son maquinarias de tipo medio (fresadoras, compresores) y gran cantidad de pequeño utillaje. «Es que ahí está también el problema. No es ya la puerta metálica, o la camioneta. Es una escalera, el paellero de cocer cartón, las pistolas de espuma, los ganchos, la mesa, una herramienta, otra... ni siquiera te hablo de las cosas grandes, como el compresor o la cortadora, que son miles de euros. Te hablo de cosas a golpe de veinte, de cincuenta euros, y la cuenta sube, sube y no deja de subir». Y el tiempo perdido: además de hacer las dos fallas, están las gestiones burocráticas y las visitas de peritos.

Josué Beitia, el artista con el taller más visibilizado -no deja de ser el defensor del primer premio de Sección Especial- se ha dado cuenta de las diferencias de practicidad: «¿la primera ayuda? la de Mercadona. Nos llegó inmediatamente». Se refiere a la anunciada, gestionada y abonada por Juan Roig. «También ha recibido del Estado y de la Generalitat, algo del Gremio, una lotería de mis comisiones, falta la de Artesanía...». Beitia reconoce que también, en cierta medida, trabaja de fiado. «Los proveedores entienden lo que está pasando y también aceptan que les pagues más tarde de lo que sería normal».

Más horas y más jornales

Si, pero ahora hay que acabar las Fallas. «¿Cómo se recupera esto? Con gente, doblando y pagando jornales. A estas alturas de año, normalmente, sabes que tienes que apretar. Pues ahora más. Los sábados, los domingos...». No quiere decir taxativamente que todas las fallas quedarán exactamente como estaba previsto, pero «trabajamos sobre esa idea, más allá de los arreglos que hemos hecho con algunas».

Orden y limpieza tras el caos

Entrar en el taller de Miriam García sorprende por la sensación de limpio y nuevo. «Pero, mira, la humedad sale por el suelo». Fuera ha puesto un cartel pidiendo que no se apoyen enseres en la pared, la que tuvo que reconstruir con ladrillo después de que la furia del agua machacara literalmente todo su barrio en Paiporta. Y el mal se advierte en cuanto la atención se fija. En la cambra se acumula la falla de Catarroja. «Se hará una falla simbólica, dedicada a la dana. Y todo esto lo reconstruiremos durante el año próximo». La falla de Aras de Alpuente, como queda dicho, se cambia y La Nova d’Orriols, afortunadamente, no había empezado a fraguarse. Es la que preside ahora el taller, montada. La joven artista pasó la noche en el tejado y ahora vive «arreglándome como puedo, sin coche, recibiendo ayuda de compañeros, y a la espera del futuro». Es decir, «reconstruir el taller a la vez que hago fallas. Es el gran reto que tengo para el futuro».

Cada artista es una realidad diferente y será realmente en marzo cuando se materialice la cuenta de pérdidas en forma de menos falla o de imposible hacer falla. No es lo mismo tener muchas fallas que pocas, aunque los daños, en general, fueron siempre muy grandes. A pesar de los destrozos, Joan Blanch presentó a finales de año su falla de Císcar-Burriana después de semanas de reseteo. «He habilitado una parte del taller para poder trabajar. Me he olvidado de todo lo demás. Y se recuperará. Y he llegado al momento de tener orden y estoy empezando el último proceso: pintar y vestir. Después será montar la falla y acomodar los detalles».

Más temor a partir de marzo

Eso ahora, que las pulsaciones van a mil. Beitia recuerda que no siempre lo mejor está por venir. «Es la duda que nos queda. Ahora hay que acabarlo todo. Pero luego, cuando acabe todo, incluyendo las ayudas, no sólo tenemos que volver a plantar: hay que reformar, reacondicionar un taller». Sea una planta baja o, como en su caso, una nave de grandes dimensiones. «Además del aspecto psicológico. Llevamos mucho tute y la sensación de que hay que acabar». El 20 de marzo es una vida nueva no clara del todo.

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