La fiesta convive con la elegancia en un pregón cargado de emotividad
El nuevo formato de espectáculo previo se integra en los ritos tradicionales de ‘juerga’ fallera de este acto

La Crida de las Fallas 2025, desde primera fila /

Una marea humana se concentró alrededor de las Torres de Serranos de València en la que fue una Crida emocionante, festiva pero también emotiva en un año muy difícil para el pueblo valenciano. Comisiones enteras se distinguían por el color de sus polares y los cánticos a una jaleando a sus falleras mayores; también había turistas de distintos países y ciudadanía en general que se concentraba en el parque frente a estas majestuosas torres con su cerveza y sus pipas dispuestos a vivir en directo el inicio de las Fallas 2025.
Este año, tras eliminar la música electrónica previa al acto, el carácter más serio o solemne que la organización fallera quiere dar a esta cita se consolidó (y lo hizo con nota) con actuaciones musicales de la banda municipal, el grupo de danses Les Folies de Carcaixent o la entonación del himno de la fiesta El Fallero en una composición de música, danza y teatro que resultó ser elegante y redonda y dejó al público que minutos antes bailaba con sus charangas o gritaba nombres de falleras mudo. Empezó el espectáculo y se hizo el silencio. Uno de atención, asombro y disfrute que respeto esta fórmula mixta entre jolgorio, tradición y cultura que ha venido para quedarse en la Crida.

Falleras de la comisión Libertad de Burjassot. / Eduardo Ripoll
Asimismo, cuatro controles de acceso vigilaban que no hubiera alcohol, drogas o petardos en la zona acotada, tratando de generar un entorno amable para el público de todas las edades y condiciones. Esta programación cultural y tradicional previa al pregón convivió en un primer momento, con la actuación de la banda municipal, con mareas de gente que bailaba al ritmo de sus propias charangas ajenos a los pasodobles interpretados en la tribuna central.
Dos contextos que se fusionaron en uno con el espectáculo que consiguió captar la atención de las miles de personas que se agruparon allí. Solo se volvió a escuchar a la multitud para aplaudir y para silbar tras la exhibición. Los parlamentos de las Falleras Mayores también provocaron gritos de emoción, aplausos y vítores que tuvieron un punto álgido tras pronunciar las palabras: «Ja estem en Falles».
Pese a los controles de acceso; una vez terminada la Crida el suelo quedó repleto de residuos. Botellas de plástico, latas y bolsas de aperitivos se quedaron en la plaza cuando la gente se fue. Detalles para pulir el año que viene.

Residuos en la plaza de la Crida en València. / V.P.
- Conmoción en la pirotecnia por el fallecimiento de Javier Nadal-Martí
- La gratuidad del transporte, la posdana y la falta de inversiones colapsan el metro
- Ruina en el corazón de València: 'Protegieron nuestro edificio y ahora nos impiden rehabilitarlo
- València gana otros 20.000 habitantes en apenas un año y alcanza los 844.424
- La falla Telefónica, desolada por el fallecimiento de su fallero mayor recién elegido
- ¿Qué supermercados y centros comerciales abren en Semana Santa en València?
- Las procesiones de Viernes de Dolor inician la Semana Santa con susto
- Doble ofensiva judicial y social para desalojar el asentamiento de Faitanar