El ayuntamiento se compromete a ayudar en la compra de casales

El pleno municipal evita decidir ya el calendario de carpas en Fallas de 2026, que tendrán un calendario muy complicado

Puerta de un casal fallero: el de García Lorca-Oltá

Puerta de un casal fallero: el de García Lorca-Oltá / Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

Cuatro declaraciones de intenciones que no son más que eso: intenciones, para avanzar en e futuro de la fiesta. Es lo que arrancó la oposición en forma de propuesta alternativa a un Debate Sobre el Estado de la Fiesta con el que pretendían lo que no les iban a dar: compromisos fijos y firmes de cara al futuro. 

Por ejemplo, que en las Fallas de 2026, las carpas no salieran a la calle el 3 de marzo, sino el 10, para empezar a funcionar no el 7, sino el 14. Es lo que pidió el concejal de Compromís Pere Fuset. Para que las carpas no estén inhábiles durante casi seis días sino que sean una fiesta de corrido. Es decir, recuperar el calendario del año de pandemia, en el que la fiesta se suspendió precisamente cuando se empezaban a montar las carpas. 

«Esto no va de siglas ni de colores, sino de hacer una fiesta mejor, no más grande, y más sostenible. No beneficia a nadie, ni a los falleros, que el 5 0 6 de marzo empiecen a cerrarse calles. Y lo sufrimos todos: los no falleros y los falleros». 

Chorizos parrilleros

Fue un debate de mantras, porque Fuset rescató las alusiones al exceso de chorizos parrilleros y mojiterías. Y el concejal de Fallas Santiago Ballester, exhumó la reprobación que sufrió Fuset en la asamblea de presidentes (»el único de la historia») y calificó la intervención como «una vídeo parodia de ideas populistas sin seriedad ni rigor. No vamos a participar de su show mediático». La socialista Nuria Llopis también rescató su Tasa Fallera (aplicar la Tasa Turística y destinarla a las comisiones los días grandes). 

¿Qué se sacó en limpio? Una patada a seguir. Por lo menos, incluyendo una de las reivindicaciones más reclamadas en la Asamblea de Presidentes: que las instituciones vuelvan a ser avalistas para que las comisiones puedan adquirir casales en propiedad. El Ayuntamiento ya no puede hacerlo por sí mismo, por lo que el documento se compromete a negociar con el Institut Valencià de Finances y la Sociedad de Garantía Recíproca, dependientes de la Generalitat, para «plantear soluciones financieras» y, teniendo casales nuevos, que sirva para «racionalizar la instalación de carpas», aplicando a que si compras una buena planta baja, ya no tienes que recurrir al plástico.

Transición ecológica

La declaración de intenciones promete también «estudias estrategias para sensibilizar en el objetivo de transicionar hacia materiales más ecológicos en las Fallas» así como «ofrecer formación a las comisiones en materia fiscal y económica» y «reducir los trámites administrativos para relacionarse con la administración municipal».

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