VÍDEO - Un increíble castillo de Reyes Martí e Illusions Fireworks entusiasma en la noche del 8 de marzo

El disparo, diseñado en Reino Unido con material valenciano deja sin palabras al público por su variedad y espectacularidad

Así fue el increíble castillo "británico valenciano" del 8 de marzo

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

La noche del 8 al 9 de marzo acogió uno de los espectáculos pirotécnicos más espectaculares que se han visto en las Fallas y en los últimos años y que generó una ola de entusiasmo como pocas veces. El castillo, penúltimo dentro del ciclo de los que tienen lugar en la plaza del Ayuntamiento en fin de semana -acaban este domingo con el de la Cabalgata del Ninot, tras el que ya llegará l'Alba de les Falles- es el resultado de una acción combinada entre la Pirotecnia Reyes Martí y la firma Illusions Fireworks, del Reino Unido. 

La expresión de la corte no puede ser más representativa

La expresión de la corte no puede ser más representativa / Fotofilmax

De fantasía

La firma de Abingdon ha aportado el diseño de espectáculo, mientras que la pirotecnia de Burriana se encargó de elaborar el producto pirotécnico y poner al servicio de la causa todos sus recursos técnicos. 

El resultado fue un castillo "de fantasía", con infinidad de movimientos y coreografías, rematado con un final apoteósico que dejó a los asistentes con la boca abierta. 

Al acabar, los pirotécnicos subieron al balcón. Junto a Reyes Martí y su marido, Bernardo, habitualmente caras visibles de la empresa, estaban los responsables del montaje: el hijo de los pirotécnicos, Carlos, continuador de la saga, y Karl Mitchell-Shead, responsable de Illusions. 

Los responsables de Martí e Illusions, con Berta y los concejales Ballester y Caballero

Los responsables de Martí e Illusions, con Berta y los concejales Ballester y Caballero / Moisés Domínguez

Novedoso y espectacular

Reconocían los responsables de Martí que esta sociedad generaba un producto muy novedoso y espectacular. El programa incorporado en esta ocasión, más las siempre únicas características de la plaza, dejaron como resultado una fiesta pirotécnica de primer orden. Tal como se decía al acabar "de aquí van a salir pidiéndoles el mismo castillo en mil sitios". 

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