Adiós a Alberto Rajadell, un artista divino y humano
Genial y bohemio a partes iguales, plantó nueve fallas de Especial siempre con la sensación de que pudo haber ganado varias veces el primer premio

Alberto Rajadell, en una imagen de 2014 / Moisés Domínguez

Alberto Rajadell ha fallecido. En el Gremio de Artistas Falleros han tardado en enterarse porque se había desvinculado tanto de la profesión como del colectivo. Un artista al que se había perdido la pista en lo que era su día a día. Pero en su caso quedará la obra. Porque Alberto Rajadell es una de esas personas cuya trayectoria fallera jamás dejó indiferente.
En lo humano y en lo divino, porque precisamente combinó esas dos caras: el bohemio, capaz de lo más desconcertante y el genio capaz de sacar adelante las fallas más difíciles con sus portentosas dotes para la escultura.
Desde los años setenta tuvo una trayectoria amplia por todas las categorías inferiores, incluyendo alguna incursión en la Primera A. Fallas como Cádiz-Cura Femenía (en la época anterior a la actual falla), Albacete-Marvá, Zapadores, Reino de València-Duque de Calabria... hasta el salto a la Sección Especial. Fue en la falla Ferroviaria, aunque acabó de cualquier manera. Necesitó unos años para recuperar el papel. Fue en 1991, cinco años después de aquel pandemonium, cuando su vida dio giro cuando fue la apuesta, la primera apuesta, de Juan Armiñana para el proyecto de Cuba-Buenos Aires, llevando a la Sección Especial una demarcación "imposible" por una cuestión de espacio físico. Un quinto y un sexto puesto fueron el resultado antes de que migrara a l'Antiga de Campanar, donde llegaría a un tercer premio en 1994.

Con Ortigus, en la falla de los "clones", de 1998 / RLV
Aquellas fallas de Convento...
La siguiente parada, y la apuesta más ambiciosa fue Convento Jerusalén, siempre bajo la protección de Juan Armiñana. Quedaron en la historia la genialidad de los elefantes (con Agustín Vilanueva) la falla de los clones, diseñada por Ortifus, cuarto premio en 1998. Y al año siguiente, la gran frustración: la falla de los toreros que, en caso de haberse acabado, seguramente habría sido el primer premio de Especial. Aún volvería a Cuba-Buenos Aires para una última intentona.
En su haber, pequeñas grandes ocurrencias, como la falla de las coles en Blanquerías, y un ninot indultat, la merienda campestre, para l'Antiga de Campanar.
Fallas del "casi, casi"
Tras los proyectos del "casi, casi" hizo lo más inteligente: poner su talento al servicio de otros. "Pasé unos años bastante mal y luego trabajé en el taller de Paco López modelando, un tiempo del que guardo unos recuerdos muy bonitos y una gran amistad con Paco. Estuve haciendo varias fallas de Convento Jerusalén: la coentor, la "disfunció del faraó", las bodas... fue un tiempo muy feliz". Después sufrió un accidente y volvó a alejarse toda la labor fallera. Hasta reaparecer, doce años después, en 2014, con una falita infantil, la de la Plaza de la Tienda. Que ganó. En 2016 firmó sus últimos trabajos en Pi i Margall-Arturo Cervellera.
Fue, a su manera, un genio. Un artista en toda la extensión de la palabra. Y con un puesto merecido en el olimpo. Por lo que hizo y por lo que pudo hacer.
- Como potros salvajes en medio de la 'mascletà
- Ninot Indultat Fallas 2025 | Convento Jerusalén se lleva el galardón
- El tiempo en València en Fallas: Serán frías y pasadas por agua
- Nueve fallas se disputan el triunfo en una lucha que se presume dramática
- La alcaldesa de València ayuda a sancionar a 5 holandeses por usar pirotecnia prohibida
- Decenas de llamadas al 112 por el colapso para salir de la mascletà
- Sí habrá mascletà hoy
- Convento Jerusalén se hace con el primer premio de Especial en la categoría infantil