Vuelve la carrera desbocada por plantar la falla más grande en Especial

La ‘tirada de grúa’ se generaliza en las comisiones y evidencian que la máxima categoría tendrá grandes volúmenes

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

Las Fallas de 2025 llegaron a su segundo día no ya de plantà, sino de grúa. Y esto se notó porque ahora los trabajos ya cogen velocidad de crucero. Se sabía que, si este año había sido Convento Jerusalén la primera en izar piezas, las demás no tardarían mucho más. Y al final de la jornada, las cosas empezaban a mostrar la particular guerra que se va a producir en el tránsito que va del inicio al final de la semana. El lunes eran los primeros escarceos. El domingo por la noche será el momento de las alegrías y las decepciones. No hay tiempo para acobardarse.

La falla Convento Jerusalén inicia su plantà

Germán Caballero

Y en eso están ya todas. Anoche, l’Antiga hacía los primeros ensamblajes en alto ante una gran concurrencia. Lo mismo que Cuba-Literato Azorín, que ya ha dejado claras sus siempre sugerentes bazas en una sinfonía de arquitectura y pintura «imposible».

Aquel debate de 2019

«Estas fallas salen cuenta con paga en el mejor de los casos» se quejaba uno de los artistas a pie de obra. De hecho, la forma de obtener rendimiento económico es revenderla o replantarla en los años siguientes.

Pero hubo un tiempo, a mediados del año 2019, en que estas comisiones intentaron autoregularse. Estableciendo una altura máxima de 14 metros para que, aunque se llenaran los bajos o que crecieran a lo ancho, el artista fuera capaz de ponerse freno a sí mismo y obtener el beneficio que se le supone a cualquier empresario. Pasó una pandemia y aquella postura, que nunca acabó por ser unánime, duerme el sueño de los justos y así parece que va a ser. Tanto, como que ahora ha vuelto a instalarse la particular carrera por ver quien supera más la altura. Siempre por encima de los veinte metros. A lo que hay que añadir la particular locura de remates, contrarremates, elementos menores y decorativos que convierten la vista frontal en un portento técnico, pero también en una batiburrillo para el que tratar de descifrar el mensaje precisa de un manual de instrucciones.

La falla municipal también ha empezado a crecer ordenadamente: subiendo pieza a pieza desde abajo y acumulando piezas. Aquellos que pudieron verla durante la mañana no tienen por qué saber que queda mucho por subir. La falla municipal parte con la necesidad de ser lo suficientemente buena como para haber sido competitiva en caso de haber ido a concurso. ¿Será la mejor receta la de echar falla y más falla? Se sabrá el 16 de marzo.

Exposición renueva artistas

Y mientras, el mercado de fichajes sigue completándose. Ayer fue Exposición-Micer Mascó la que anunció lo que cabía esperar: que Salva Banyuls y Néstor Ruiz continuarán un año más, ocurra lo que ocurra el 16 de marzo y a pesar de su condición de debutantes en la categoría. Tienen por delante una pelea con volúmenes más grandes, pero el trabajo resulta convincente. En esta sección se han confirmado ya la continuidad de Pedro Santaeulalia y Sueca-Literato Azorín y de Josué Beitia en L’Antiga de Campanar -éste, para dos años-. Y pocos ponen en duda que David Sánchez Llongo seguirá en Convento Jerusalén el próximo año.

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