Los artistas sobreviven a un día difícil en vísperas de empezar el baile de premios

Se dice que siempre hay un último día perfecto. Eso pasa también en la «plantà». Normalmente se aplica al día 14, cuando ya empieza la alta competición. Es el último punto de no retorno porque a partir de llegan los tres días más intensos del año. En los que se pone todo en juego. Hoy es el turno del indulto infantil, una especie de aperitivo. Mientras, en la calle empieza a terminar èl izado de piezas para pasar al arrimado de escenas y embellecimiento. En esto están también las infantiles, que hace tiempo que no se pueden hacer en un día. Algunas de ellas ya están completas y otras son tan sofisticadas que precisan de 48 horas en la calle.

Los artistas superaron una nueva prueba con el chaparrón. Persistente, pero domesticable. No se aprecian daños ni en las capas de pintura ni mucho menos en las estructuras.

Todo está preparado: las tres grandes secciones (las Especiales y Primera A) han remitido a la JCF la lista de posibles jurados después de haber cribado los propuestos inicialmente. A partir de hoy deben recibir las llamadas convocándoles.

Y anoche vino bien la tregua del tiempo para cumplir con otra liturgia: las visitas a los santos lugares falleros en autobuses. Lo único que pedían los artistas era que no molestaran y que nada tocaran.