Una visita para el renacer de la falla que sufrió la destrucción y el barro de la dana

La comitiva mayor hizo este viernes una parada en la comisión de María Ros-Manuel Iranzo. Se trata nuevamente de un acto para mostrar el ánimo por una fiesta preparada para renacer en un lugar que, no hace tanto tiempo, vivía una pesadilla. 

María Ros -que en el censo no hay que confundir con otra con el mismo nombre que hay en Burjassot- es la comisión de la llamada "Finca Camañez". Es una manzana de La Torre, completamente separada del resto del barrio tanto por la rotonda de acceso a Sedaví como por un terreno aún extenso de tierras. 

Batalla contra el barro en los casales falleros: María Ros y Camino de Alba

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Por su ubicación, huelga decir que fue una de las afectadas por la dana. Ninguno de los bajos de ese rectángulo se salvó.

Durante los dos primeros días permaneció con la persiana bajada, pero cuando los falleros la levantaron se encontraron con el previsible escenario. Agua y barro hasta una más que respetable altura, que se llevó por delante todo lo que fuera vulnerable. Con la decoración de Halloween preparada. 

La ejemplar reconstrucción de la falla María Ros-Manuel Iranzo

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Frenética recuperación

Los falleros sacaron todos los enseres e hicieron una frenética labor de limpieza. Por las características de la finca, las viviendas de ésta no se vieron afectadas, pero sí los vehículos y locales. Los alrededores, de hecho, eran campas llenas de coches arrastrados. Al casal se le cayó una buena parte del techo como mayor desperfecto. 

Centro de asistencia

Pero los falleros no sólo limpiaron a destajo, sino que, al poco tiempo, ya se habían convertido en centro de entrega de productos de primera necesidad. 

Por aquel tiempo ya recibieron la visita de Berta y la corte, lo mismo que de María José Catalá. 

Carpa y reconstrucción

Ahora, llegadas las Fallas, las trece falleras volvieron sobre sus pasos y acudieron a la carpa. María Ros tiene también, por esas especiales características, la ventaja de celebrar su fiesta casi en la intimidad. Pero en estos momentos sentirse arropado fue algo que se agradeció. Porque, a pesar de la calamidad, las tres comisiones de La Torre han decidido que la mejor terapia es recuperar las sensaciones de las Fallas.