Apuntes

Ofrenda y Premios ponen a prueba la organización fallera

La amenaza de lluvia y la necesidad de ser puntuales marcan dos festejos masivos que convergen en el centro

Flores depositadas ya en el «cadafal», que no se retirarán, sino que se taparán.

Flores depositadas ya en el «cadafal», que no se retirarán, sino que se taparán.

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

Las Fallas 2025 afrontan el día 17 dos auténticos retos organizativos, por encima del significado de los eventos en cuestión. El calendario marca que el segundo de los cuatro días grandes alberga la entrega de premios de las fallas grandes y la primer parte de la Ofrenda.

Este último es el festejo por definición de la semana fallera y se afronta con dos sensaciones. Por una parte, las dudas meteorológicas. Tanto el 17 como, sobre todo, el 18.

Se aferran en los casales y en la Junta Central Fallera a que la inestabilidad sea tan cambiante que no afecte a un desfile que es el momento más esperado del año.

«Vamos día a día». Un argumento cholista para no decidir mientras no haya hechos consumados. Y haya que ir haciéndose a la idea de que, salvo que hubiera una torrentera inhabilitante, no está sobre el tapete el traslado del festejo a otra fecha. Más allá de cuestiones como que la música o los autobuses, o la propia disponibilidad del fallero cambiaría, el problema es cerrar nuevamente el centro un fin de semana.

La premisa en estos momentos es desfilar y taparse. Muy mal tendrían que darse las cosas para otros planes B, como organizar un desfile sólo para las falleras mayores. Se recuerda que, por ejemplo, en la Semana Santa, si se suspende, se suspende. Es el escenario en el que nadie quiere pensar pero que llega en breve.

Cada vez más difícil de domar

Porque además, todo está preparado para tratar de domesticar nuevamente un festejo que sigue creciendo -este año se prevén 120.000 falleros-. ¿Se pinchará el globo o seguirá creciendo con el paso de los años? Aún hay margen para mantenerlo controlado, pero cada vez menos.

Este año se incorpora el control informático del paso de cada comisión para tratar de detectar hasta qué punto se cumplen las normas o se desfila con la diligencia necesaria para no colapsar. Y cuando todas las comisiones estén ya de camino de vuelta a casa será el turno de los cuadros de honor de las poblaciones afectadas por la dana. La decisión de atenerse al Real Decreto ha sido un regalo para algunas poblaciones donde los daños han sido mínimos o en zonas rurales.

Pero una reparación moral aún mayor será para las de la zona cero: se reserva la noche del 17 y por la mejor calle, San Vicente, para darles el realce necesario.

El cadafal, reformado y este año con una «joia» cosida al niño es todo un icono artístico. En los días que lleva levantado se visita masivamente. Aún compuesta por listones de madera genera un interés espectacular.

Se retira más pronto

Si es ahora, con la madera a la vista, una vez recubierta de flores aún tendrá más miles y miles de visitas. Que este año son por un periodo menor: la llegada del fin de semana va a hacer que la figura se desmonte y las flores se retiren cuando todavía estén frescas: en lugar del 22 de marzo, será el 21.

La Ofrenda, de hecho, ha empezado ya. Entre los huecos pueden contemplarse varios ramos de flores. Son de aquellas personas que, falleras o no, entregan flores por mil causas. No son las que toca en el mosaico de colores, pero los Vestidores son sumamente respetuosos con su espiritualidad. Los claveles, fundamentalmente blancos, irán tapando esos ramos, pero nunca se irán al suelo.

Y la entrega de premios...

El otro gran reto del día es la Entrega de Premios. Y preocupa, aunque el hecho de celebrarse en lunes es un alivio. Existen grandes dudas de que este festejo se hubiese podido celebrar el pasado sábado por la aglomeración de público. Pero tiene un problema de orden público: la Policía tiene que organizar el dispositivo de la «mascletà» y ha avisado de que, cuando se tenga que cerrar, se cerrará. Todo depende de la puntualidad que tengan los colectivos falleros participantes. Y en caso de colapsar, se corre el riesgo de que el acto se traslade definitivamente fuera del centro.

Tracking Pixel Contents