Bailando (las Fallas) hasta la medianoche

Las comisiones llenan la plaza de la Virgen con un espectáculo de más de una hora de baile tradicional

Así ha sido la "dansà de les Falles"

Miguel Angel Montesinos

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

Hasta bien pasadas las doce de la noche estuvieron bailando las Fallas en el prólogo a los días grandes de la Virgen. "Y según pasa el tiempo no veas cómo pesan los brazos" reconocía una de las asistentes con sobrada experiencia.

Lo cierto es que la Plaza de la Virgen, siendo grande y espaciosa, se abigarró con la presencia de cientos de falleros y falleras (especialmente falleras) para evolucionar con cada uno de los movimientos, antes de acabar con el fandango, que tiene ese componente efectista de ir subiendo las revoluciones hasta no saber bien donde estás. Y como además, es el final del final -con su correspondiente bis- se remata con abrazos entre los participantes. 

La Dansà de les Falles es una fiesta y una recompensa a quienes han hecho de los bailes tradicionales una actividad fallera masiva. Que implosionó no hace tanto tiempo. Es un fenómeno del Siglo XXI. Hubo un día que se puso de moda -no lo había sido hasta entonces- y raro es el casal que, cualquier tarde o cualquier fin de semana, no saca a través de la puerta sonido de castañuelas. "Ya están ensayando". Y tanto es así, que el festival de Balls al Carrer, esas actuaciones estilo "Gente Joven" -aquel programa de TVE que puso en valor a los grupos folclóricos sobre una pantalla que sólo tenía dos canales- y que tienen lugar los domingos por la mañana -antes, en la propia plaza, ahora en escenarios itinerantes- tienen un calendario saturado a lo lo largo de las temporadas de otoño, invierno y primavera. En el presente curso, más aún porque las suspensiones de actividad por la dana han generado un movimiento de arrastre hasta bien entrado el post-fallas. 

El caso es que las comisiones fueron encabezadas por Berta Peiró y la corte de honor para recorrer al paso el recinto durante una buena parte de la noche, antes de empezar los pasos. Una auténtica paliza física, rematada con abrazos, "manta al coll", fotos de grupo y selfis. 

Las Fallas no han terminado su repertorio mariano. A través de su concejalía, este sábado hay castillo y el domingo, mascletà. Y a primera hora de la tarde, a las cinco y media, abrirán el cortejo de la Procesión. Esa cosa rara de ir por detrás de la Cruz Guía pero que luego, en el programa oficial, queda como una pieza separada: primero, las Fallas, después, "resto de entidades".

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