Dos estilistas y una comisión de falla en el corazón de Melody

La participación de Melodía Ruiz "Melody" en el Festival de Eurovision ha tenido, resultado aparte, un par de guiños más que relacionados con las Fallas.

Uno de ellos era conocido desde el Benidorm Fest: sus estilistas son los mismos que numerosas falleras, incluyendo componentes de la corte de honor y falleras mayores de València. Jesús Sáez y José Parralejo han acompañado a la cantante durante la semana en Suiza. 

Incluso la propia cantante ha pedido paciencia a través de un vídeo, a sus clientas habituales. Así, una vez en Basilea, mandaba un mensaje "a mi gente de València, del Tocador porque dirán las clientas: Bueno, y Melody, ¿qué pasa? ¿Que se ha llevado a mis niños? ¿Ya no vienen más?" a lo que ella misma se autocontestaba que "en poquitos días os prometo que os los devolveré". 

Melody se va a Eurovisión con estilismo y manos falleras

La relación entre los estilistas y las cantantes viene de casi diez años atrás, cuando fueron contratados para peinar y maquillar a los artistas de un Orgullo, en el que participó la cantante de Dos Hermanas. A partir de ahí han sido habituales en sus videoclips y, de cara al Benidorm Fest volvió a contar con ellos por lo que así siguió en la cita de Basilea. 

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Y en la comisión más innovadora

Y hay más. Melody tiene un grupo de fans especialmente significado en una comisión de falla. Tanto, como que la cantante les mandó, micrófono de RTVE en la mano, un saludo. Se trata de la comisión de Mossen Sorell-Corona, una de las comisiones más innovadoras del mapa fallero de la ciudad, donde un grupo nuevo en la comisión tiene un especial predicamento y relación con ella. Tanto como para que, en la Gala, y vestida ya para la ocasión -no en un momento cualquiera de la larga semana en Basilea- mandó "un beso muy grande a mi gente de la falla Corona. Voy a darlo todo por ustedes".

Numerosas fiestas en casales

Melody estuvo presente en numerosos casales falleros. La celebración del Eurofestival ha sido convirtiéndose con el paso de los años en un acto más dentro del programa anual. Por el mero gusto de reunirse en el casal, preferentemente enjaezado con banderas de los países europeos o incluso hasta tematizándose para la ocasión.