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El Ayuntamiento consultó a los servicios jurídicos si podía investigar a los jurados de fallera mayor infantil

Un nuevo requerimiento reclama la paralización del proceso hasta que se depure la veracidad o no de las quejas que recaen sobre algunos de los calificadores que deben comunicar su veredicto el lunes

Asamblea que desveló el nombre de los jurados de este año

Asamblea que desveló el nombre de los jurados de este año / Fotofilmax

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

Un nuevo requerimiento presentado ante la Junta Central Fallera solicita la paralización del proceso de elección de la fallera mayor infantil de València, el cual llega a su recta final, puesto que el lunes debe desvelarse el veredicto. En este caso es casi una «segunda oleada» después de que otros padres de niñas presentadas al proceso se hayan sumado después que se conociera que había cartas tanto al Ayuntamiento como al máximo organismo fallero como a Alcaldía y al Síndic de Greuges. Basadas en datos por los cuales consideran que hay «vínculos personales o profesionales entre miembros del jurado y familiares de algunas de las niñas finalmente elegidas, así como otras circunstancias que podrían haber vulnerado los principios de igualdad, objetividad y transparencia que deben regir dicho procedimiento» en miembros del mismo.

Esta solicitud es con la que ha empezado la semana, la última antes de la lectura del veredicto. En este caso no se especifican nombres de miembros del jurado sobre los que recae las dudas sobre su praxis, pero se reclama la paralización del proceso, la apertura de una investigación formal sobre las posibles irregularidades y, llegado el caso, la nulidad del procedimiento.

«No podíamos hacer nada» es la explicación que se daba ayer no ya en la Junta Central Fallera, sino en el Ayuntamiento. Porque la inquietud por el tema, este año, no ha caído en saco roto. Tanto es así que se hicieron consultas tanto administrativas como jurídicas en los servicios propios municipales y en expertos dentro del mundo de las Fallas. Para la posibilidad no tanto de paralizar el proceso como de actuar de forma inmediata. Es decir, escuchar primero las versiones de los jurados -siempre preservando la presunción de inocencia- y después tomar una medida solo en caso de no convencer: apartar a los que lo merecieran o continuar con normalidad.

El dictamen fue negativo por un motivo: el jurado no pertenece exclusivamente a la Junta Central Fallera porque está coparticipado por la asamblea de presidentes y se debería llevar a cabo un procedimiento completo: apertura de expediente, convocatoria de asamblea extraordinaria, lectura de testimonios e informe y votación de una particular moción de confianza hacia los calificadores. Con la finalidad de mantenerlos y que el proceso continuara o llevando a cabo la sustitución de uno o más de uno. La otra opción para parar el proceso habría sido a través de los juzgados en forma de suspensión cautelar.

No lo consideran "una pataleta"

Estas consultas ponen en evidencia que este tema ha preocupado profundamente. Que no se ha tratado como una «pataleta» de padres de falleras no elegidas ni versiones más o menos divergentes de la realidad, sino que se han encontrado indicios dignos de ser, por lo menos, dignos de interés.

Que no se haya adoptado ninguna medida abre el camino a que, en la próxima asamblea de presidentes, arrecien las protestas mediante intervenciones en la misma o que, una vez finalizado el proceso, todo se remanse.

Tal y como ha publicado Levante-EMV, lo que está sucediendo este año va a llevar a la Junta Central Fallera a presentar el próximo año una propuesta de procedimiento mucho más exigente con las obligaciones de los jurados, tanto en lo tocante a la asistencia como a las relaciones con candidatas. Incluyendo una declaración jurada y una entrevista previa.

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