Las rebajas en los últimos años de la rentabilidad de las opciones más conservadoras de inversión, como las de los depósitos a plazo fijo, ha movido a muchos pequeños ahorradores a comprar viviendas para alquilarlas.

El alza en zonas concretas de los precios de los arrendamientos o su uso con fines turísticos son otros de los motivos que han conseguido hacer de nuevo de la vivienda un recurso de inversión.

Pero, ¿cómo de rentable es comprar un piso en 2019 para alquilarlo?

Si nos fijamos en los datos que dejó 2018, la rentabilidad bruta de la compra de una vivienda para ponerla en el mercado del alquiler se mantuvo estable, al crecer una única décima, hasta el 7,4%, según los datos de idealista, que destaca que dicha rentabilidad multiplica por cuatro las tasas que ofrecen los bonos del Estado a 10 años.

Por tipo de inmueble, el local comercial se mantuvo como la inversión inmobiliaria más rentable. Así, comprar un local en España para alquilarlo ofrece una rentabilidad bruta del 8,8%, frente al 8,4% que ofrecía hace un año. Las oficinas, por su parte, ofrecieron un rendimiento del 8,4% (hace un año era del 7,8%) y en el caso de los garajes, la rentabilidad se situó en el 6,2% frente al 5,5% de hace 12 meses.

Vivienda

Entre las capitales españolas, alquilar una vivienda en Lleida es donde resultó más rentable, con un 7,6%. Le siguen Santa Cruz de Tenerife (7,2%), Huelva (6,8%) y Almería (6,7%). La caída del precio del alquiler en Barcelona reducido su rentabilidad hasta el 4,8%, mientras que en Madrid se ha situado en 5,1%.

Sin embargo, las rentabilidades más bajas de España las obtuvieron los propietarios de viviendas en alquiler en San Sebastián (4,2%), Ourense (4,3%), Pamplona y A Coruña (4,7% en ambos casos).

Locales y oficinas

Los locales son el producto que mayor rentabilidad tiene en todas las capitales. El mayor retorno se obtuvo en Málaga (12,9%), seguida de Pontevedra (11,4%), Lleida (11,1%), Oviedo (10,4%) y Lugo (10,2%). A continuación se situaron las ciudades de Huelva (9,4%), Zaragoza (9,3%) y Las Palmas de Gran Canaria (9,3%). En Barcelona la tasa se situó en el 8,5%, mientras que en Madrid se quedó en 7,3%.

Por el contrario, Salamanca ofreció los locales con menor atractivo para el inversor (sólo 6,2% de rentabilidad), seguida por A Coruña (6,4%), Cádiz (6,5%) y Cáceres (6,9%).

En cuanto a las oficinas, las situadas en Sevilla presentaron el retorno más grande de entre las capitales, con un 8,5% de rentabilidad bruta. Le siguieron Lleida (7,8%), Zaragoza (7,7%) y Pamplona (7,7%). En Madrid la rentabilidad ascendió al 6,6%, mientras que en Barcelona bajó hasta el 6%.

En el lado opuesto se situaron las rentabilidades de Santander (5,6%), A Coruña (5,7%), Granada (5,8%), Bilbao (5,8%) y Valencia (5,9%).

Garajes

Por último, los garajes fueron, en contraposición, el producto menos rentable para el inversor en muchas capitales. La mayor rentabilidad se obtuvo en Málaga (9,9%), seguida por Almería (7,3%) y Burgos (6,8%). En Barcelona la tasa de retorno se situó en el 3,7%, mientras que en Madrid estuvo en el 3,4%. La capital con los garajes menos rentables fue Granada, con un 2,6%, seguida por Salamanca (2,7%), Bilbao (2,9%) y Oviedo (3%).