Ayer tuvo lugar la ceremonia de entrega de los XXV Premios Universidad-Sociedad de la Universitat de València, promovidos por el Consell Social y con la colaboración de Adeit. 

La empresa Dacsa, el investigador Damià Tormo, la Unidad de Fisiopatología Celular de la Universitat de València (UFC), el proyecto XatUV y la profesora Alicia Armengot han sido los premiados en esta última edición.

P: La UV ha reconocido a través de estos premios la labor de aquellas personas e instituciones que han contribuido  a estrechar los vínculos de colaboración entre la Universitat y su entorno durante 25 ediciones. ¿Ha cambiado el propósito de estos premios en todo este tiempo? ¿Qué se busca en los premiados?

R: Estos premios persiguen una universidad unida a su sociedad. Se trata de poner en valor a aquellas personas que tienen un protagonismo positivo en nuestra comunidad, primando a las que se formaron en la Universitat. 

No hace falta ir a buscar la formación lejos de nuestras fronteras. En València hay una formación de calidad y somos capaces de generar mucho talento para que, posteriormente, actúe en la sociedad a favor de los demás. 

La provincia de València tiene una gran cantidad de empresarios con talento que hacen grande nuestra tierra. De alguna manera, queríamos premiar esta relación entre las empresas y la universidad, porque no solo generan ideas que dan riqueza, sino que además lo hacen en estrecha colaboración con la universidad. 

El talento genera empresas que vuelven a la universidad a buscar el sustento, la innovación y el soporte para seguir haciéndose grande. Esto se logra mediante el profesorado, que se esfuerza en sacar lo mejor de cada persona para formar y proyectar su talento. 

Por último, también premiamos la innovación a través de aquellos proyectos que hoy están a la vanguardia. Estos premios tienen una función de estímulo para constituir un ejemplo para nuevos estudiantes, nuevos profesores, nuevas empresas y nuevos proyectos de innovación.

P: Durante el último cuarto de siglo, tanto la universidad como la sociedad han experimentado una gran evolución. ¿Cómo lo han hecho los Premios Universidad-Sociedad?

R: Al ser unos premios que otorga el Consell Social, que es el reflejo de esa sociedad activa que tiene sus raíces en la UV pero que innova en el ámbito de su sociedad, se ha ido imprimiendo una evolución en los mismos. 

La última ha sido este año, con ocasión de este 25 aniversario, donde se han querido destacar dos aspectos: el humanismo digital y la innovación

Creemos que estos dos elementos tienen que ser tenidos en cuenta en todos los proyectos que desarrolle nuestra universidad para poder estar cerca de la sociedad, que se enfrenta al desafío de aplicar la innovación y la tecnología sin perder sus raíces en las personas. Por ello, hemos querido rendir homenaje a Lluís Vives a través del logo de estos premios.

P: ¿Cuál es la misión del Consell Social?

R: El Consell Social sirve de enlace entre la universidad y la sociedad. Para ello, se nutre de los vocales que son designados por distintos sectores de la sociedad (sindicatos, empresarios, universidad, colegios profesionales, empresas…). De este modo, se pretende que haya una representación de todos los sectores que conforman nuestra sociedad. 

Este órgano funciona a través de tres comisiones que ya muestran cuáles son las líneas de este Consell Social: la económica, que contribuye al control económico de la UV y todos los entes que la constituyen; la académica, que busca que toda la producción académica (grados, másteres...) de la universidad sea útil y atienda a las necesidades que la sociedad demanda; y la de relaciones con la sociedad, cuya finalidad es encontrar puntos de encuentro con distintas personalidades relevantes que han pasado por estas aulas para que se puedan presentar ante los alumnos como ejemplos a seguir. 

Las comisiones rinden cuentas de sus proyectos y acuerdos al pleno del Consell Social, que los hace suyos —o no— y empieza a trabajar. 

P: ¿Cómo contribuye este órgano al desarrollo social?

R: Adeit es una fundación que depende del Consell Social, cuya misión es tender puentes entre la Universitat de València y la sociedad. Además de muchos otros programas de formación, empleabilidad y emprendimiento, favorece la realización de las prácticas curriculares por parte del alumnado de la universidad. 

Como consecuencia de la pandemia, era difícil que los alumnos pudieran realizar las prácticas para terminar sus estudios, pero finalmente pudieron realizarse gracias a 11.000 empresarios y profesionales que abrieron las puertas de sus empresas y formalizaron convenios con la Universitat de València y Adeit para que esto fuera posible. Quiero felicitarles por permitir que nuestros jóvenes estén hoy en el mercado de trabajo.

P: ¿Existe un nexo de unión real y efectivo entre la universidad y la sociedad?

R: El enlace son los jóvenes egresados que salen de la universidad preparados para desarrollarse profesionalmente en la sociedad. Nosotros tenemos que trabajar para que ese vínculo no se pierda nunca y sea realmente eficiente. Para ello, el alumnado debe salir preparado y con las herramientas que las empresas e instituciones requieren.

P: ¿De qué forma se ayudan la una a la otra?

R: La universidad mejora a la sociedad a través de una buena formación de los egresados, de manera que puedan salir personas que tengan capacidad crítica y puedan ejercer la ciudadanía de un modo responsable, con los conocimientos técnicos adecuados al mercado de trabajo. Pero también buenos ciudadanos, con conciencia crítica para ser capaces de pensar por sí mismos y que tengan como objetivo mejorar la sociedad a la que van a integrarse. 

Por otro lado, cuando una persona evoluciona en su carrera profesional y encuentra el modo de generar riqueza, debe volver a la universidad para estimular ese camino hacia la generación de desarrollo económico y social. 

De este modo, la sociedad debe marcar el camino a transitar por la universidad y esta debe ser capaz de generar esa conciencia social para canalizar el talento y que sea útil para todos, no solo para el que lo recibe.

P: ¿Cómo se forman «buenos ciudadanos»? 

R: La función de la universidad no se limita únicamente a la transmisión de conocimientos. La universidad no busca adoctrinar en un determinado sentido al alumnado, sino darle las herramientas necesarias para que pueda pensar por sí mismo y alcanzar ese conocimiento. Esto es lo que nos convierte en ciudadanos conscientes y responsables para determinar por dónde queremos ir.

P: Se han desarrollado diferentes herramientas para potenciar la cooperación entre la universidad y la sociedad. De este modo, ¿en qué lugar queda el mundo empresarial?

R: El mundo empresarial es esencial. El empresariado valenciano es una gran riqueza de la Comunitat Valenciana que hemos de poner en su lugar, como generador de riqueza. Hay que agradecer que ellos miren siempre a la universidad con cariño y estén dispuestos a ayudarla.

Desde el Consell Social debemos corresponderles de la misma forma, reconociendo lo que son y dónde han llegado para que nuestros jóvenes tengan ejemplos a seguir.