ESIC Business & Marketing School se inspira en la vida real con el lema Doing by learning. Por ese motivo, la proximidad a la empresa es su seña de identidad, lo que permite anticiparse a las necesidades latentes del mercado laboral, como refleja la tasa de empleo del 93 % de sus antiguos alumnos.

Hablamos con Agustín Carrilero, director de ESIC en la Comunitat Valenciana.

P: ¿Qué retos tiene ESIC planteados en la Comunitat Valenciana para los próximos años?

R: El reto es mantener el crecimiento de estos últimos cinco años. Tenemos muchos proyectos que ya estamos trabajando y que se van a materializar en el 2023. Estos proyectos responden al crecimiento y nos llenan de ilusión porque dan respuesta a nuestra comunidad de alumnos y al mercado.

P: Es normal escucharle decir que el éxito de ESIC Valencia se debe a las personas. ¿Qué quiere decir?

R: Hay una frase de Simón Senek que afirma que «los clientes nunca amarán una empresa hasta que los empleados la amen primero». Cuando leí esta frase hace unos años inmediatamente pensé en mi equipo y me sentí afortunado por estar rodeado de personas que hacen muy fácil el día a día.

P: ¿Cuáles diría que son las claves diferenciales de ESIC frente a otras instituciones educativas?

R: Mientras creas valor el mercado te corresponde. Cuando ocurre lo contrario, te abandona. La lealtad es mínima ante cualquier industria y dura hasta que aparecen alternativas mejores.

Si no eres capaz de ser uno de ellos, el mercado te da de lado y te ignora. Para evitar esto último es bueno diferenciarse en algo y ser capaces de ponerlo en valor continuamente. Somos conscientes de que es importante tomar el pulso a la empresa y a la realidad empresarial y conseguir llevarlo al aula. 

Nosotros nunca perdemos de vista nuestro propósito de “transformar personas para un mundo mejor”. Es algo que siempre está presente en cada decisión que tomamos, como por ejemplo cuando desarrollamos nuevos programas formativos.

'Queremos que la experiencia ESIC sea enriquecedora y transformadora con visión de negocio'

Queremos que la experiencia ESIC sea una experiencia enriquecedora y transformadora, en la que traslademos al alumnado y a la empresa nuestra visión del mundo de los negocios.

En ESIC no entendemos “hacer negocios” como una manera no solo de conseguir beneficios para una empresa, sino también para uno mismo, para los que nos rodean, para el sector en el que esa empresa desempeña su actividad y para toda la sociedad. Y queremos que así lo aprendan nuestros alumnos como profesionales.

Y, por supuesto, como se extrae del punto anterior, la cercanía que tenemos al mundo de la empresa nos permite tener agilidad a la hora de responder a sus demandas. Nuestro claustro cuenta con un gran número de profesionales en activo que conocen de primera mano cuáles son las necesidades del tejido empresarial y nos ayudan a trasladarlas al aula, preparar a nuestro alumnado y, por tanto, a las empresas, creando riqueza en el entorno empresarial y social.

P: ESIC tiene un 93 % de empleabilidad de su alumnado, ¿cómo se consigue?

R: Para nosotros la empleabilidad es importante. Trabajamos las competencias de nuestros alumnos, aquellas que debido a nuestra cercanía a la empresa son las que están demandando.

El éxito nunca está en saber, sino en hacer. Es indiferente los libros que leas, los seminarios a los que acudas o las conferencias a las que asistas si no te pones en acción, simplemente serás un intelectual. El talento siempre está unido a la acción. Talento es hacer.

P: Hemos vivido el mayor cambio global en el mundo del trabajo desde hace un siglo y, si además le sumamos las previsiones económicas y sociales para los próximos meses, ¿consideraría que es un buen momento para rediseñar radicalmente nuestra forma de trabajar y formarnos?

R: Efectivamente, los economistas vaticinan momentos complejos, los datos macroeconómicos no son buenos y a veces preferimos no leerlos para no empeorar nuestro estado de ánimo. 

La base de crecimiento como personas y como profesionales es nuestra capacidad de aprender y desaprender al compás del tiempo

Y, finalmente, crecer haciendo crecer a la sociedad. Respetamos profesionalmente a aquellos de los que aprendemos, sin aprendizaje no hay adaptación. Sin desaprender convertiremos los éxitos de antaño en una caricatura.

El futuro es algo conocido. Nos cuesta más saber el cuándo pasarán las cosas que las cosas que pasarán. El cambio que nos lleva al futuro somos nosotros mismos en transición. 

Lo difícil no es gestionar el cambio, lo difícil es gestionar el no cambio. Y el camino para enfrentarte a este nuevo y exigente entorno es formándote. Cualquier ocasión debe ser buena para sumar conocimientos y experiencia.