Ningún otro reconocimiento es más prestigioso que la GDWC en el mundo cuando hablamos del desarrollo de videojuegos a todos sus niveles.

La Game Development World Championship, desde prácticamente su creación, se ha convertido en el observatorio de la evolución de este mercado imparable y donde su panel de expertos, seleccionan cada año, los juegos top mundiales en sus distintas categorías y que, por tanto, millones de usuarios probarán.

Como si de un campeonato de constructores en la F1 o una Champions League, únicamente estar entre los finalistas seleccionados es un logro y un éxito rotundo para los desarrolladores o creadores de estos videojuegos.

Si además, como ha hecho la escuela valenciana ESAT, sitúa tres de los proyectos de sus alumnos entre los diez mejores durante este mes de octubre, consiguiendo además uno de ellos el primer puesto, es una hazaña al alcance de muy pocos.

Un proyecto formativo que arrancó hace ya 16 años y que, sin duda, enorgullece a su equipo directivo, no sólo por garantizar el futuro laboral de sus alumnos en lo que vocacionalmente les apasiona, sino por situar a València en el punto de mira de empresas y capital inversor extranjero que cada vez más apuntan hacia nuestra ciudad para impulsar el talento y el desarrollo de nuestra economía.