Un trampolín de la UPV al mundo

Una de las frustraciones de todo estudiante universitario que se precie es no poder poner en práctica lo que aprende en el aula. Esas ideas que brotan en clase entre compañeros y que tantísimas ganas suscitan. Hace ahora 10 años, la Universitat Politècnica de València (UPV) tomó nota de esta situación y decidió enmendarla con la creación del proyecto Generación Espontánea.

Generación Espontánea es un trampolín para las ideas que surgen en ese descanso entre clase y clase, o tomando un café en el campus. Los estudiantes pueden formar equipos, presentarlos, y la UPV usa su maquinaria para potenciarlos y darles un empujón extra. Los medios que pone la Universidad y sobre todo las ganas y el empeño de los estudiantes son el combustible que las mantiene vivas.

Un repaso por algunas ideas: un tren que levita y se mueve a 1.000 km/h, un queso vegano untable, un Fórmula 1 con piloto automático, videojuegos educativos para niños, un vehículo submarino, un aerogenerador, un coche capaz de recorrer 1.300 km con un solo litro de etanol, filtros para limpiar los mares de plástico, una casa abastecida solo con placas solares y que se puede desmontar a piezas y transportar, drones, cohetes, y hasta snacks con hojas de flores. Es solo una pequeña muestra de los 71 proyectos que se están gestando en la UPV por los más de 2.000 alumnos implicados en el proyecto Generación Espontánea.

Hyperloop UPV es el más sonado de todos. La idea es ambiciosa: «desarrollar el transporte del futuro a través de la competición internacional organizada por Space X y The Boring Company, empresas ambas de Elon Musk», rezan en su presentación. Así arrancó en Texas una competición que, después de la pandemia, se independizó de su matriz estadounidense. Aquel primer quinteto de estudiantes UPV que compitió en la edición de 2015 fundó Zeleros, una start-up dedicada al transporte sostenible de alta velocidad que, hoy por hoy, emplea a 55 personas y capta 15 millones de euros en financiación.

¿Cómo me puedo apuntar?

El primer requisito para formar parte del programa es ser estudiante de la UPV de cualquier disciplina, no importa que sea gestión, comunicación, arte, ciencia o técnica. Participar en uno de estos equipos, además, convalida 6 créditos ETCS —equivalentes a 180 horas de trabajo de un estudiante—.

Pero no se trata solo de convalidar una asignatura, Generación Espontánea es mucho más. El perfil de los miembros, según la UPV, es el de «personas apasionadas, con inquietudes y ganas de trabajar de más, por encima del tiempo que requieren sus carreras». Todo ello con la «ilusión de avanzar en un proyecto conjunto, volcando los conocimientos que cada uno de los miembros aporta y poniendo sus habilidades a funcionar como engranajes de un gran reloj».

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Generación Espontánea también significa tener unos mentores estudiantiles que te ayudan y profesorado de apoyo, conocer a personas de otras titulaciones y participar en competiciones internacionales y eventos por todo el mundo. Para apuntarse, tan solo es necesario entrar en su página web y solicitar la inscripción en uno de los grupos.

Impacto internacional

Durante un encuentro celebrado el pasado mes de junio en las instalaciones del campus de Vera, el rector de la UPV José E. Capilla sintetizó el espíritu del programa y aseguró que «abre un abanico de oportunidades inmenso a todo el estudiantado para innovar y también para emprender. Lo que nace de Generación Espontánea puede tener un impacto internacional tremendo, como ya ha sucedido con algunas ideas que comenzaron a gestarse en este ecosistema (véase Zeleros)».

Además de Hyperloop, Formula Student UPV o Azalea son dos de estos ejemplos. El primero tiene como objetivo crear un monoplaza para competir en el torneo que lleva este mismo nombre, conocido mundialmente. Estudiantes de distintas titulaciones diseñan y construyen un prototipo desde cero y lo llevan a competir a los países que acogen las carreras. El año pasado, por ejemplo, corrieron en el Red Bull Ring (Austria), el Hockenheim Ring (Alemania) y en Montmeló. Acabaron terceros en la clasificación general y se consolidaron como el mejor equipo español.

La idea de Azalea también es ambiciosa. Nada menos que «revolucionar la forma de vivir a través de métodos de construcción más sostenibles que hagan de las viviendas y ciudades espacios más respetuosos con el medio ambiente», según su presentación. Ellos participan en la Solar Decathlon Europe.

Esta competición reta a las universidades a desarrollar y construir prototipos de vivienda sostenibles y muy eficientes abastecidas con energía solar. En su última edición, el equipo de la UPV se llevó el primer premio en Innovación y dos terceros, en Arquitectura y en Ingeniería y Construcción. Para participar en esta cita, celebrada en 2022 en la ciudad alemana de Wuppertal, el equipo de la UPV desmontó la casa construida en el campus de Vera, la trasladaron en varios camiones y volvieron a montarla en su destino.

«La principal razón por la que me matriculé en la UPV fue por Generación Espontánea. Poder formar parte de un equipo en el que poner en práctica todo lo que se aprende en el aula es una gran oportunidad». Así lo asegura José Blasco, estudiante del Grado en Ingeniería Mecánica en el campus de Alcoy de la UPV y miembro del equipo EPSA Moto-E.

También lo confirma Juanjo Cañizares, estudiante de Grado en Ingeniería Aeroespacial y director de Formula Student UPV, que está convencido de que este programa es una «oportunidad gigante para desarrollarse a nivel profesional, que acerca al alumnado al mercado laboral. Nos permite crecer muchísimo y transformar nuestra mentalidad desde que entramos en la universidad hasta que salimos. La UPV no sería lo mismo sin Generación Espontánea».