Ha sido un día especial. Uno de los más importantes de los últimos dos años. La Pobla de Vallbona ha recuperado la celebración del día de su patrón, San Sebastián, una festividad suspendida desde que se decretara la pandemia en 2020.

Por eso, las calles de La Pobla de Vallbona se han llenado de fieles y vecinos para honrar al santo y sobre todo, acompañar a los quintos y quintas, que este año han salido juntos los de 2000 y 2001. Un hecho insólito que ha provocado que fuera uno de los años más masivos al aglutinar a alrededor de 130 quintos y quintas. Debido al elevado número de participantes, el consistorio se vio obligado a comprar más trajes de soldado en tiempo récord a una empresa alicantina. Las fiestas patronales han organizadas por la clavaría de “El Colp” junto al Ajuntament de la Pobla.

La tradición marca que salgan vestidos con el uniforme militar porque eran los jóvenes que salían de hacer la mili los que se encargaban de realizar el traslado del santo. Ahora, el vestuario se mantiene y chicas y chicos se atavían así para protagonizar el trasladado de la imagen del santo hasta la Ermita, acompañada por la banda de tambores y cornetas 'La Imperial' de la Pobla y la corporación musical. En la ermita se ha pronunciado una misa concelebrada entre el rector Francisco Caballer y con la participación de todos los sacerdotes hijos de la Pobla y con las voces del coro dirigido por César Navarro

Después se han cantado los tradicionales 'gojos' y ha comenzado la 'baixada' del patrón acompañada de tracas y una mascletà al llegar a la iglesia. 

Este año, además, ha sido especial porque Alejandro Casinos 'El Tretze', ha sido quinto. Él es el hijo del único encargado de guiar el traslado del anda y la figura del santo a la ermita y, a partir de ahora, será Alejandro quien se haga cargo de esta función en la fiesta

Como cada año, los cazadores del municipio han disparado cartuchos mientras la imagen del santo recorría las calles del municipio. La tradición cuenta que San Sebastián, soldado de profesión, fue martirizado cuando se convirtió al cristianismo. Es el patrón del municipio junto a la Virgen del Rosario. 

Según cuenta la leyenda, a principios del siglo XX sacaron su imagen a procesionar durante la peste negra y su intervención sanó a los vecinos y vecinas del pueblo y se alzó como patrón de las enfermedades infecciosas. Siguiendo con esta leyenda, con el coronavirus aún presente, los feligreses esperan que pueda interceder también en acabar con la pandemia.

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