La casa de Ramón Villora siempre está a 18 grados. Aunque fuera, en Xátiva, sea agosto y haga 40. Por eso tiene chaquetas que ofrece a las visitas. No es un lujo ni un capricho, Ramón tiene Esclerosis Múltiple, una enfermedad que afecta al sistema nervioso y que le ha roto su termostato interno. Siempre está, como mínimo, 1,5 grados por encima de lo normal. En cuestión de 5 minutos se puede calentar hasta llegar a 41 grados, con una fiebre tan intensa que le quita hasta el habla y le provoca una fatiga extrema durante horas.
Ramón Villoria, enfermo de esclerosis múltiple, necesita tener el aire acondicionado siempre enchufado.
Perales Iborra
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